Y así es como aparecía un conejo cojo en uno de los Mercadona más céntrico de la ciudad de León.
En los últimos meses, las compras diarias, o semanales han alcanzado límites insospechados, límites que nunca antes hubiésemos pensado. Llenar un carro con lo que antes considerábamos lo básico; pan, leche, huevos, pasta, arroz… se está convirtiendo en un problema para muchas familias a quienes les cuesta llegar a fin de mes. Un básico que hace muy poco tiempo costaba 20 euros ahora es en muchos casos 50 euros cuando lo único que adquieren son esos productos de primera necesidad.
El conejo blanco de Mercadona es de Hacendado
Pues bien, Mercadona uno de los más conocidos supermercados que atacó en toda España con su marca blanca Hacendado, lanza a diario ofertas de bajada de precios con los productos cárnicos que estarían más próximos a su caducidad, pero como presupone esta consumidora, estas ofertas tienen en vez de gato encerrao “Conejo encerrao” y encima conejo cojo.
El conejo cojo de Mercadona
El pasado sábado 11 de marzo, María Jesús, compraba una bandeja de conejo en el supermercado Mercadona de Padre Isla y Julio del Campo para preparar un guiso ese mismo sábado. La mujer abrió la bandeja precintada de la carne y colocó las partes del conejito sobre una tabla de madera para así poder así poder condimentarlas a su gusto, y fue entonces, cuando se dio cuenta de que había “conejo cojo y encearro” en el Mercadona de León.
El conejo con patatinas de María Jesús
“Compré la bandeja porque veía mi hija a comer y le encantan mis guisos de conejo con unas patatinas” aseguraba María Jesús. “Al venir precintado, no puedes más que mirar, su peso, y fecha y ver tal y como indica la pegatina es un conejo entero y troceado. Pero claro, no te vas a poner a abrirlo para contar sus partes, y menos yo con de cerca, tengo suerte sI veo un yogurt de Danone.»
«En caso es que seleccioné la bandeja con el conejito porque aparentemente aunque su fecha de consumo como bien dice la etiqueta que adjunto, estaba próxima, mi intención era cocinarlo esa misma mañana para mi hija.
En resumidas cuentas, cogí mi conejito, lo metí en el carro junto con otras cosas que necesitaba y pagué. Pero cuando llegué a mi casa, me di cuenta que me habían dado gato “gato encerrao” o lo que debemos decir en este caso, había “conejo encerrado” y encima cojo porque al conejo en cuestión, le faltaba una patita, una patita que encima es la parte que más le gusta a mi hija.»
Los trocitos de mi cojo conejito
«Me debatí entre recoger los trocitos que ya había condimentado, meterlos en una bolsa de plástico, volver a Mercadona y pedir un cambio pero no lo hice porque no es la primera vez que esto me sucede y que me dan gato por liebre o lo que es lo mismo, encuentro productos donde viene uno de menos y cuesta lo mismo, menos cantidad y cuesta lo mismo, pero no voy a dar nombres porque seguro que muchos ya lo saben.»
«Y como nunca se debe acusar, no lo voy a hacer y voy a PRESUPONER que el encontrar un producto con menos peso del que marca, menos cantidad o menor tamaño y todo ello con el mismo precio no es engañar, pues presupongo que son olvidos, descuidos o cosas que se pueden hacer porque los consumidores tragamos con todo y nunca respiramos más que en conversaciones entre nosotros.»
«Tal vez os pueda parecer una “tontería” y no queráis publicarlo pero lo que sí me parece peor es que puedan estar tomándonos el pelo con el peso de los productos, con el ahorro que nos hacen cuando no lo es porque no es la primera vez. Por ello, recomiendo contar las patas, partes, trozos y demás miembros de los cárnicos para que si alguien se “confundió” no nos den gato por conejo cojo.