La actividad solar durante febrero a ha sido alta pero, por lo visto, seguirá teniendo actividad por un tiempo, trayendo llamaradas gigantes.
Las llamaradas gigantes solares
En 2024 el Sol llegará a su «máximo solar», será cuando se producirán más protones y electrones de lo habitual, culminando con erupciones solares y nubes de plasma generadas por eyecciones de masa coronal, lo que afectará a la Tierra bajo la forma de una tormenta magnética. Este ciclo ocurre una vez cada 11 años y, en este caso, será el Ciclo Solar 25.
Durante el «máximo solar» podrán producirse tormentas solares extremas, las cuales darán inicio con una explosión que genere una llamarada solar en el dosel magnético de una mancha solar. La radiación ultravioleta y los rayos X en grado extremo llegan a la superficie terrestre a la velocidad de la luz, ionizando así las capas más altas de la atmósfera, provocando así errores en la navegación GPS y apagones de radio.
Toda partícula energética que ocurren justo después, podría llegar a electrificar los satélites y llegar a dañar los componentes electrónicos de los dispositivos. Esta eyección de masa coronal puede presentarse en nubes de mil millones de toneladas plasma magnetizado, lo que podría conducir a apagones generalizados en todo el mundo.
Esto es algo completamente normal que forma parte de la actividad normal de nuestro Sol. Es por este tipo de situaciones que el trabajo de los astrónomos se convierte en vital hasta para el día a día de todos los ciudadanos, ya que es necesario que puedan estar listos para advertirnos ante estas situaciones. La sonda espacial Solar Orbiter fue lanzada en 2020 justamente para poder estudiar el Sol como nunca antes se había estudiado.
José Sánchez