La noticia se ha hecho viral, ya que no todo el mundo puede presumir de dejar 4.000 euros de propina en un bar o restaurante. El hombre es un abogado catalán que viajó hasta Marbella, donde dejó este importe de propina para que se lo repartieran los diferentes camareros del restaurante. Lo hizo como protesta hacia otro cliente que un tiempo antes se había quejado de que estos mismos camareros le pidieran propina siendo un local tan caro.
Un empresario se negó a pagar propina en un local de Marbella porque era muy caro
La historia comienza cuando un cliente publica en su Twitter que un club de Marbella le había cargado hasta 372€ de servicio en mesa y que cuando había pagado la cuenta y se levantó para irse, uno de los camareros se dirigió corriendo y enfadado hacia él preguntándole si no iban a dejar propina. El cliente indignado lo publicaba en sus redes quejándose de que Marbella era un engañabobos como Ibiza.
Un abogado quiso pagar los más de 4.000 euros de la factura del empresario como propina
Al abogado catalán le pareció mal esto, por lo que decidió hacer un viaje desde Barcelona hasta Marbella para dejarle a los camareros la propina que no había querido dejarle el otro cliente. Pero además, Raúl Castañeda, como se llama el abogado, reservó la misma mesa que había reservado el otro cliente, que se llama Enrique Moris. Cuando los camareros le iban a hacer la factura, él pidió le incluyeran la propina que el otro cliente no había querido dejarles.
Raúl y Enrique han usado sus redes sociales para contestarse
Finalmente, Raúl dejó 4.098 euros de propina, que era el importe de la factura del otro cliente, a lo que añadiría lo que había consumido ese día junto a 6 personas más, ascendiendo el importe a 8.179 euros. Este restaurante llamado Playa Padre tiene 15 camareros, por lo que cada uno de ellos se llevó esa noche unos 270 euros de propina. El abogado catalán también le mandó un mensaje al empresario diciéndole: «¿4.000 euros por comer y aún te quejas?».
Franco Dávila