Si hace tan solo unas semanas salía a la luz la nueva Ley Trans y LGTBI, ahora la ley conocida como la del «Solo Sí es Sí» por fin ha llegado. Esta semana se ha aprobado el Proyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Y llega también con polémica, ya que algunos partidos políticos acusan a esta ley de criminalizar a los hombres que lancen piropos a las mujeres por la calle. Por su parte, el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos defiende que es una ley más que necesaria para las mujeres. Por primera vez se define el acoso callejero como delito en la nueva ley sobre la libertad sexual.
España se acoge al Convenio Internacional de Estambul
Por fin nuestro Código Penal incluirá el conocido como acoso callejero como delito leve. No obstante, fuentes cercanas al Ministerio de Igualdad aclaran que el acoso callejero no se refiere a un piropo de un hombre a una mujer, sino que va más allá. Irene Montero aclara que esta modificación se acoge al artículo 40 del Convenio de Estambul, un convenio internacional organizado por el Consejo de Europa contra la violencia machista y la violencia doméstica.
Las víctimas de agresiones sexuales serán víctimas de violencia machista
Otra de las novedades de esta nueva ley de libertad sexual también incluye que el silencio o la pasividad no constituirán en ningún caso el consentimiento para tener sexo con alguien. También incluye como víctimas de violencia de género a las víctimas de violencia sexual. Otra de las nuevas medidas más importantes de la nueva ley es que se elimina el abuso sexual y pasará a convertirse también en agresión sexual. Además, pondrá especial hincapié en la prevención y la reparación de las agresiones sexuales durante la infancia.
Uno de sus objetivos es acabar con el proxenetismo y la prostitución
La futura Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual también prevé una incrementación progresiva de las penas, ayudas económicas a las víctimas de violencia sexual y una educación transversal en todos los niveles educativos. Además, regulará otras violencias sexuales como la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso sexual y la trata de mujeres con fines sexuales. Por último, uno de sus objetivos es acabar con el proxenetismo y la prostitución, siguiendo la estela internacional del movimiento feminista.
Franco Dávila