Un descarrilamiento de un tren de Feve por un desprendimiento de tierras provoca tres heridos, en la ruta entre Soto y Pravia, sobre las 8:58 de la mañana.
Un experimentado y veterano maquinista llevaba los mandos del tren, y a los pocos minutos de comenzar la marcha, justo al doblar una curva había un argayo. Este, se había producido a lo largo de la mañana después de las intensas lluvias, y tapaba la vía con lodo, rocas y ramas. El conductor de la máquina no tuvo margen de maniobra para esquivar el obstáculo y el tren descarriló.
Los viajeros que iban en ese momento en sus asientos se llevaron un susto tremendo, ya que los cuatro bogies del tren no llegaron a volcar, pero sí salieron de la vía. En cuanto el conductor pudo, rápidamente fue a comprobar cómo estaban los pasajeros después del accidente.
Una de las personas que viajaban en ese momento en el tren, contactó con un familiar para relatarle lo sucedido, y rápidamente avisaron a los Servicios de Emergencia del Principado de Asturias (SEPA).
Descarrilamiento de un tren de Feve por un argayo
El SEPA no tenía constancia del lugar donde había sucedido el accidente, ni del número de afectados, con lo cual movilizó a los equipos de rescate que estaban libres en ese momento. A su vez, el Administrador de infraestructuras Ferroviarias (Adif), que es la empresa pública que lleva la gestión de las vías, contacta con los bomberos del SEPA de Pravia y un equipo de Atención Primaria de Soto del Barco.
Entre todos comienza la operación de rescate, y antes de las 9:30 de la mañana, ya estaban junto a las víctimas. En un primer momento, y después de valorar la situación de los accidentados, deciden que 16 de los viajeros pueden caminar, ya que están ilesos. Inician con ellos el camino a pie, hasta el inicio de la ruta, y esperan hasta que Renfe desplazó un autobús para proseguir la ruta inicial en carretera.
De los tres viajeros que estaban más graves, los dos hombres, heridos leves, fueron al Hospital de San Agustín (Avilés) en una ambulancia. La mujer, que estaba en peores condiciones, la tuvieron que evacuar en camilla a través de las vías del tren y llevarla en la UVI- móvil hasta el Hospital de San Agustín. Ya que en un primer diagnóstico, parecía que podía tener una lesión en la cadera.
Por el momento, ese tramo de vía está cerrado hasta que se pueda retirar el tren accidentado y realizar las obras de acondicionamiento de la vía necesarias. Por su parte, Renfe no ha dejado a los pasajeros sin transporte, ya que ha habilitado medios por la carretera.