El Centro de Día de Velluters quiso organizar un almuerzo con un grupo de personas con discapacidad el pasado 12 de enero, se trataba de una actividad habitual y semanal con la finalidad de promover la integración de personas con diversidad funcional en el medio.
Uno de los trabajadores sociales del centro llamó por telefono a la Pizzería Firence, en Valencia, para reservar una mesa como ya habían hecho anteriormente, en esta ocasión para 20 personas en silla de ruedas.
Pero esta vez, según denuncian desde COCEMFE CV, el dueño del establecimiento les comentó que le venía «mal» que fueran personas en silla de ruedas porque «era un lío» y porque «temía perder a sus clientes habituales». Los responsables del Centro de Día de Velluters presentaron una reclamación oficial a consumo por este hecho.
Ascensión Quesada, una de las usuarias del centro, relata a la Cadena SER que al principio pensaban que la negativa del gerente de la pizzería era una broma, porque anteriormente ya habían acudido al local sin problemas, pero no fue así.
Sandro, gerente de la Pizzeria Firence ubicado en la calle Maestro Palau de Valencia, asegura en declaraciones a Radio Valencia que su local tiene capacidad para 45 personas y que no podía atender las 20 personas en silla de ruedas porque que le «dejaban bloqueado el local» y «notaba que estaba perdiendo clientes».