Hasta una docena de mujeres había grabado con una cámara colocada en la puntera de su zapato, cámara que se activaba remotamente con un mando a distancia grabando a las mujeres por debajo de sus faldas, y en algunas ocasiones también su trasero.
El sospechoso, fue descubierto por un policía que se encontraba de servicio el día 12 de julio del año 2016 en la Calle Legio VII, que observó algo extraño en la conducta del individuo.
En su defensa, el presunto delincuente expone que no realizó ese tipo de grabaciones de una forma intencionada, únicamente estaba probando un sistema para su televisión y que es casual, alegando que no era conocedor de las imágenes que estaba grabando.
El próximo mes de abril, el día 5 se celebrará el juicio en el Penal número 1
Según indica el Diario de León , los hechos, a criterio de la representante del Ministerio Fiscal, son constitutivos de un delito contra la intimidad de las personas, por el que procede imponer una pena de un año y medio de prisión y una multa de 17 meses a razón de 10 euros diarios (5.100 euros) además de las costas procesales.
La defensa por su parte no considera delito alguno , por cuanto el día de los hechos se encontraba probando una novedosa micro cámara, que tenía intención de instalar en un dron para utilizarla en un programa.
«En vista de que la persona con la que iba a probar la máquina se retrasaba, decidió probarla en el pie para comprobar si la imagen tenía buena calidad, por lo que enfocó hacia diferentes zonas de luz varias veces, con el fin de cerciorarse de si era cierto que la imagen no vibraba como señalaba la publicidad», explica su defensa, que solicita la libre absolución por cuanto desde su punto de vista, no existió nunca intención de vulnerar la intimidad de nadie ni descubrir sus secretos».