Un joven conductor volvía a las 7:15 de la madrugada de una fiesta en Moreda. Una noche muy larga, puesto que por el camino se llevó la vida de un jubilado de 67 años que había madrugado para disfrutar de un día de pesca.
Ambos conductores murieron en el acto, a consecuencia del tremendo choque frontal. Incluso el motor del Kia Ceed que conducía el joven salió violentamente despedido por los aires como un misil.
R. S., de 23 años de edad, circulaba en el momento del siniestro en dirección contraria por la autovía Oviedo-Campomanes (A-66). Minutos antese había saltado un control de la Guardia Civil en Caborana, cerca de Moreda. Se dio a la fuga a toda velocidad, iniciando una desesperada y corta escapada que acabó en fatalidad.
«Es inconcebible que vayas tranquilamente en tu coche a pescar y te encuentres la muerte de súbito a la salida de casa». La víctima es un lenense de 67 años recientemente jubilado, tras regentar durante lustros un concurrido taller de chapa y pintura en Pola de Lena.