Un ex empleado de una agencia bancaria fue arrestado este lunes en el sur de Brasil tras intentar atracar sin éxito un banco disfrazado de anciano y usando una máscara de silicona, informaron fuentes policiales.
Según la Policía Militarizada del sureño estado de Santa Catarina, el extrabajador se colocó una máscara para emular el rostro de una anciano, usó unas gafas oscuras y una boina con el objetivo de realizar un atraco en un banco de la localidad de Jaraguá do Sul, en el estado de Santa Catarina.
Un ex empleado de una agencia bancaria fue arrestado este lunes en el sur de Brasil tras intentar atracar sin éxito un banco disfrazado de anciano y usando una máscara de silicona, informaron fuentes policiales.
Según la Policía Militarizada del sureño estado de Santa Catarina, el extrabajador se colocó una máscara para emular el rostro de una anciano, usó unas gafas oscuras y una boina con el objetivo de realizar un atraco en un banco de la localidad de Jaraguá do Sul, en el estado de Santa Catarina.
El momento del arresto se produjo después de que el ladrón intentara darse a la fuga, se precipitara desde la ventana del edificio y se rompiera una pierna tras caer sobre un coche.
El momento del arresto se produjo después de que el ladrónintentara darse a la fuga, se precipitara desde la ventana del edificio y se rompiera una pierna tras caer sobre un coche que se encontraba en la calle. El hombre irrumpió en la agencia bancaria con el arma de plástico y llegó a hacer algunos rehenes, pero desistió del atraco, según explicó la Policía Militar de Jaraguá do Sul.
“Él estaba solo y cuando se dio cuenta de que no sería posible sacar algún valor o salir con algún dinero metálico, él entró en desespero y, durante la confusión, se tiró desde la ventana”, afirmó el comisario Daniel Dias a una radio local.
Se trata del segundo caso registrado en pocos días en el que es utilizada una máscara de silicona para cometer un delito en Brasil. Recientemente el narcotraficante Clauvino da Silva se vistió como su hija para intentar fugarse de una cárcel de Río de Janeiro y usó una máscara que le modificó por completo su rostro.
Da Silva se valió de la presencia de su hija de 19 años y de la complicidad, al parecer, de una mujer embarazada que, por estar exenta de pasar por los rayos X, introdujo el disfraz. Sin embargo, da Silva, quien cumplía una condena de más de 73 años de prisión por tráfico de drogas, fue hallado sin vida -al parecer ahorcado con un sábana- en el interior de su celda, un día después de que fuera aislado de los demás reclusos por su intento de fuga.