En el marco de la operación «Benjamin», llevada a cabo en varias provincias españolas, la Guardia Civil ha detenido a 18 personas e intervenido 69 armas de fuego, entre ellas 7 sin legalizar, 28 armas detonadoras que se transformaban para que pudieran hacer fuego real, otras 26 en proceso de transformación, 20 pistolas de descargas eléctricas, 1 silenciador, 2.100 cartuchos de diferentes calibres, 8 artefactos explosivos de fabricación casera, 139.950 euros en metálico, 1,5 kilogramos de cocaína y 7kg de hachís, 1 ballesta, 2 arcos, 30 flechas, entre otros efectos.
Se les va a imputar a los implicados los supuestos delitos de Tráfico de Armas, Tenencia Ilícita de Armas, Integración en Organización Criminal, Depósito de Explosivos, Tráfico de Drogas y Blanqueo de Capitales.
La operación «Benjamin» se inició en 2016 a raíz de la operación «Bosphorus» realizada a nivel europeo y coordinada por Europol, donde la Guardia Civil detuvo a 46 personas e intervenido 247 armas de fuego y más de 23.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres. En la operación se desarticularon cuatro talleres clandestinos para la transformación de armas y fabricación ilegal de munición, así como dos puntos de venta de armas ilegales a través de Internet.