Claire Wineland, la oradora motivacional que inspiró a miles de personas ha fallecido este domingo.
La joven, de apenas 21 años, creó, a los 13, una institución de caridad que pretendía ayudar a las familias afectadas por la fibrosis quística, enfermedad contra la que siempre luchó.
Claire pasó gran parte de su vida en el hospital a luchar contra esta enfermedad. A los tres años, los padres se separaron pero se mantuvieron siempre al lado de la hija que, con el paso de los años, se convirtió en una inspiración para jóvenes y adultos a través de sus discursos sobre la enfermedad y la muerte.
A principios de 2018, la niña fue sometida a un trasplante de corazón tras una quiebra total de energía y fuerza que le impidieron hacer lo que más le gustaba: ayudar a los demás.
Claire se inscribió en la lista de espera de trasplante de pulmón, la única vía para deshacerse de la enfermedad que la acompañaba desde siempre. La niña de 21 años recibió la buena noticia en mayo: había llegado a su vez y sería sometida en el mes de agosto siguiente al nuevo transplante.
Pero la mala noticia surgió poco después de la cirugía que transcurrió durante unas nueve horas. Claire sufrió un accidente cerebrovascular en masa, tras el trasplante de pulmón, que la dejó en coma inducido.
Wineland murió el pasado domingo después de que los médicos hubieran apagado las máquinas de soporte de vida. Los órganos de Claire fueron entregados para donación y ayudaron a salvar la vida de dos personas que dependían de un trasplante.