Luto en el rugby leonés. Daniel Pérez, excusador del Ele Rugby Club, falleció la noche del viernes de forma repentina por causas que se desconocen cuando se encontraba en León, su ciudad natal y en la que vivía. La muerte le sorprendió en su domicilio.
Jugador del León Rugby Club durante muchas temporadas, Pérez, de 29 años, se trasladó a finales del año pasado a Oviedo por motivos de estudios y se incorporó al Oviedo Rugby Club de División de Honor. Su amistad con varios jugadores del Ele y los escasos minutos de juego que disfrutaba en la máxima categoría le llevaron a fichar en enero por el equipo avilesino, en el que rápidamente se hizo un hueco, tanto en el terreno de juego, en la posición de pilier, como en el vestuario.
Jugó varios partidos de la liga regular, el último contra el Quesos Entrepinares, y en mayo se desvinculó del equipo ante la imposibilidad por imperativo federativo de jugar la fase de ascenso y regresó a León.
Era un joven cordial que rápidamente se ganó el aprecio de sus compañeros, quienes recibieron la noticia de su fallecimiento en el stand que el Belenos tiene en el Festival de la Cerveza de Avilés. La incredulidad inicial dio paso a la consternación. «Estamos destrozados. Era un gran chaval», lamentó el presidente del club y entrenador del primer equipo, Felipe Blanco, quien tenía previsto desplazarse a León junto con varios compañeros a dar el pésame a la familia.
Precisamente en León el golpe de la noticia también fue duro. Sobre todo en su antiguo club, el León Rugby, en el que Dani Pérez militó durante varias campañas. «En el campo era un pilier muy duro, se esforzaba y era el primero en llegar a los entrenamientos», enumeró Eduardo de Celis, directivo del club.