Ángel Boza, el miembro de La Manada que robó unas gafas de sol en Sevilla y se fugó en su vehículo, niega, según su defensa, que intentara atropellar a nadie en su huida como han ratificado este domingo tres vigilantes que intervinieron en su retención. El abogado de Boza, Agustín Martínez, se refiere al suceso como “abandono del lugar de los hechos”, según ha confirmado esta mañana a El Confidencial.
Este miembro, el más joven de La Manada, condenado junto a los otros cuatro a nueve años de prisión por abusos sexuales a una joven, fue enviado a prisión provisional sin fianza por un delito de robo con agresión tras tratar de atropellar a dos vigilantes de seguridad, que resultaron heridos, que lo perseguían tras robar unas gafas de sol en un centro comercial de Sevilla.
El titular del Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, ha tomado la declaración de tres vigilantes de seguridad y un representante de El Corte Inglés de Sevilla. El abogado de Boza resalta que todos han ratificado lo que declararon en su momento y que no reclaman daños de una “supuesta mínima, pero muy mínima lesión”. “El incidente se ha aclarado: no hubo atropello, eso es una versión exagerada. Ellos intenten interceptar el vehículo y entonces se da a la fuga”.