En 2017, la policía de Inglaterra confiscó un Ferrari 458 Spider bajo sospecha de robo. Finalmente, tras distintos tramites y recursos sin la respuesta pertinente por parte del propietario, las autoridades británicas destruyeron el deportivo italiano tal como establece la ley. Ahora, un año después del suceso el damnificado asegura que se trató de un acción ilegal y han publicado el vídeo donde se observa la escabechina.
En ocasiones, hay historias que merecen ser contadas por dolorosas o frustrantes que sean. Es el caso de la protagonizada por Zahid Khan, el propietario de un Ferrari 458 Spider que ha terminado sus días bajo las garras de una grúa de desguace. El resultado, totalmente calamitoso, con el 458 Spider completamente destrozado e irrecuperable.
Todo comenzó cuando, en 2017, la policía de Inglaterra confiscó un el mencionado Ferrari 458 Spider bajo sospecha de haber sido robado. Su propietario aseguró entonces que fue comprado legalmente en una subasta, pero aún así, la policía confiscó el coche y lo llevó al desguace.
El cuerpo de seguridad alude que Zahid no presentó los documentos que acreditan su propiedad y por eso, el automóvil fue retirado. No obstante, Zahid acudió a las autoridades con los documentos acreditativos, pero ya era demasiado tarde. El coche había sido clasificado como ‘categoría B’, también conocida como ‘break car’, cuyo significado es que el vehículo ha sido dañado sin posibilidad de reparación.
Dicha categoría permite que se retiren piezas del vehículo para reparaciones, pero según informan algunos medios locales, la carrocería debe ser aplastada. El resultado de dicha normativa lo podemos ver en un vídeo que el propio Zahib ha publicado en sus redes sociales –algo más arriba en el texto–.
El dueño del Ferrari afirma que la policía destruyó su coche ilegalmente y que les ha llevado más de un año publicar el vídeo. Sin embargo, los mismos medios locales aseguran el vehículo no contaba con un seguro válido, mientras que Zahid Khan insiste en que todo estaba conforme a la ley.
