El Juzgado de lo Penal 3 de Valladolid ha hecho firme la pena de tres años y medio de prisión para la directora de una residencia de ancianos de la capital, de 63 años, por robo con fuerza en casa habitada e inhabilitación especial para el ejercicio de cargo, profesión y empleo relacionado con la tercera edad, incluido el empleo en residencias de ancianos, por el mismo tiempo.
Le impone además un pago por indemnización de para los herederos de la víctima de 12.000 euros más los intereses, el valor de una radio de más de 60 años de antigüedad, todavía en funcionamiento, así como el valor a determinar de una videocámara que la acusada vendió en una tienda de compraventa de segunda mano. Asimismo, el juez, dictamina que la Fundación Monte de Piedad entregue a los herederos del fallecido unas joyas que la condenada empeñó sin el conocimiento de los familiares. Tendrá que indemnizar con 1.600 euros al Monte de Piedad así como al pago de las costas procesales.
El ‘plan’ de la directora de la residencia Santa María se descubrió debido al atestado de la Policía Nacional por un delito de robo en una casa habitada el año pasado. La vivienda en cuestión era de un anciano que estuvo ingresado en la residencia desde el 29 de diciembre de 2017 hasta su fallecimiento en la mañana del 8 de enero de 2018 por causas naturales. La residencia estaba dirigida por M. L. M. G, apoderada de la sociedad Río Sol SL, que además gestionaba otras dos residencias en la capital. Según la sentencia, la acusada creyó que el fallecido no tenía familiares cercanos, por lo que cogió las llaves del domicilio del fallecido, y entró en ella. En su visita, con ayuda de su hijo se apoderó de un ordenador portátil, un televisor, una videocámara, una radio antigua, dinero en efectivo por valor de 12.000 euros y varias joyas.
Al día siguiente de la muerte, el 9 de enero, el sobrino del fallecido, se presentó en la residencia en donde la directora le entregó las llaves del piso, una cartilla de banco, ropas del su tío, un monedero con apenas un euro y el móvil. De las joyas no le dijo nada y ese mismo día, la acusada las empeñó en el Monte de Piedad de Caja España obteniendo 1.600 euros. Una semana después, vendió la videocámara por unos 10 euros.
A finales de febrero de 2018, una empleada de la residencia, que estaba como responsable del centro entregó en una de las comisarías de la capital, el ordenador y la televisión sustraídas del piso que se encontraban en la residencia.
En un primer momento, la acusada dio una versión falsa en su testificación de los hechos que se contradecía con los hechos y en una de las ocasiones con el testamento que el anciano había dejado antes de su muerte.
Finalmente, la acusada ha reconocido que empeñar las joyas de los residentes era práctica habitual, El magistrado ha remitido la sentencia a la Fiscalía, ante los indicios de que se hayan producido más casos, además de informar a Servicios Sociales de la Junta para que se abra un expediente administrativo por mala praxis en la gestión de residencias de ancianos.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia de Valladolid en el plazo de diez días.