Ahmed Samsam cumple años condena, de ocho años, en la prisión de Villahierro (León) por una pertenencia a Daesh que la Audiencia Nacional consideró probada en 2018. Ahora, un reportaje publicado por el diario danés Berlingske y recogido por El Confidencial parece confirmar que su versión, la de que no era un terrorista sino un infiltrado de los servicios secretos daneses, era cierta.
La historia sobre el yihadista danés encarcelado en León
La detención de Samsam se produjo en junio de 2017 mientras disfrutaba de unas vacaciones en la Costa del Sol. Entonces, cuando cayó en manos de la Guardia Civil, tanto la prensa nacional como la danesa, se hicieron eco de la captura de alguien peligroso y de que su detención era muy importante en la lucha contra el terrorismo yihadista. Era la versión oficial.
Sus viajes a Siria y sus vínculos con el terrorismo estaban documentados y no había duda de su culpabilidad. Sin embargo, él negaba ser un terrorista y aseguraba que en realidad trabajaba para el Gobierno danés. Sin embargo, este hombre de origen sirio y nacionalidad danesa, hijo de un miembro de los Hermanos Musulmanes, no recibió respuesta ni ayuda alguna de quienes decía que le habían contratado.
Ahora, más de dos años después de su detención y tras una condena que cumple desde hace más de un año la cárcel de León, Villa del hierro, un reportaje de nueve páginas realizado por uno de los medios más importantes en Dinamarca apoya su versión. Esa que mantiene que se trata de un agente infiltrado al que los servicios secretos dejaron caer.
Ahmed Samsam permanece preso en León
Según la información salida ahora a la luz, Samsam habría sido reclutado en 2012 y si aceptó fue porque, según sus palabras “quería prevenir ataques terroristas en Dinamarca”. Primero estuvo bajo el paraguas del Politiets Efterretningstjeneste (PET) y después del Forsvarets Efterretningstjeneste (FE). Ambos le enviaron a Siria en varias ocasiones. Él ya había estado antes de que fuese delito según el Código Penal danés y nunca fue detenido pese a haber viajado después cuando ya sí era delito.
Entre la mucha información que se ha publicado sobre su historia y cómo fue abandonado por sus superiores, se detalla que el FE le adiestró en el manejo de armas y le pagaba 2.680 euros mensuales más bonus y gastos.
Tras ser detenido en 2017, las autoridades danesas no hicieron nada. Ni siquiera solicitaron su extradición. Así que fue juzgado en España. Según recoge El Confidencial, sí hubo un contacto de los servicios secretos daneses con el CNI poco antes de que se dictase sentencia. Pero, según el medio Berlingske, a las alturas en las que se encontraba el caso, decidieron que era mejor dejarlo estar.
La familia del preso de León corre peligro
Los dos abogados del condenado, el español Iván Jiménez-Aybar y el danés Thomas Braedder ven posible una vía de salida para su defendido si existen pruebas de todo lo publicado por el diario danés. Además, el segundo alerta de que tras conocerse que su cliente sería un agente infiltrado la familia de este podría estar en peligro.