El pequeño pueblo leonés conquista a los visitantes con sus restaurantes en cuevas
A solo 25 kilómetros de León, el pequeño municipio de Valdevimbre se ha convertido en un referente gastronómico gracias a sus singulares restaurantes ubicados en cuevas. Este pueblo de apenas trescientos habitantes ha sabido transformar su tradición vitivinícola en un atractivo turístico irresistible.
Famoso por sus viñedos y paisajes únicos, Valdevimbre alberga restaurantes como Cueva Miñambres, Cueva San Simón, Los Poinos y La Cueva del Túnel, todos ubicados en antiguas bodegas subterráneas. Entre ellos, La Cueva del Túnel se destaca como el más longevo.
Uno de los establecimientos más reconocidos es La Cueva del Cura, que tras 18 años en la restauración ha conseguido una recomendación Michelin. Su oferta incluye especialidades como tortillas, parrilladas, bacalao y una amplia variedad de postres caseros.
Por su parte, Cueva Miñambres, cuya existencia se remonta a 1608, ofrece platos tradicionales como rabo de toro estofado y sopa de trucha. En contraste, Los Poinos apuesta por la innovación con creaciones de su chef Amparo Rodríguez García, miembro de Eurotoques, destacando la cecina marinada con hígado de pato y puerros con vinagreta de caramelo.
Valdevimbre, con su encanto subterráneo, es un destino que enamora a los amantes de la buena mesa.