Las constantes olas de calor y la sequía ahogan al girasol leonés
La severa sequía que desde hace unos meses castiga los campos leoneses está provocando serios problemas en las cosechas, especialmente en el cultivo de girasoles. Así lo denuncia la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), que prevé una producción muy reducida en la recogida del próximo septiembre.
Además de la falta de precipitaciones con la que los agricultores llevan luchando desde la primavera, hay que sumar ahora las tres olas de calor en cadena que la meseta está viviendo sufriendo desde mediados de mayo. Un grave problema para los trabajadores del campo, ya que el girasol es una de la especies más provechosas debido a que su extracción se emplea no solo en la elaboración de aceite, sino también en la fabricación de tortas ricas en proteínas con la que alimentar al ganado, así como fuente primaria para la apicultura dedicada a la fabricación de miel.
Desde ASAJA temen unos nefastos resultados debido a las altísima temperaturas y la falta generalizada de humedad en el terreno desde aproximadamente abril, cuando tuvieron lugar las últimas lluvias relativamente cuantiosas. Solo en la comarca de Sahagún se registraron medias de 31,6 grados en la primera ola de calor en torno al 20 de mayo; 36,6 grados en la segunda que se produjo en la semana del 15 de junio y 36,3 grados en la actual. En cuanto a las precipitaciones producidas durante los últimos tres meses y medio, esta misma zona únicamente registró 75 litros por metro cuadrado, concentrándose la mayoría en el mes de abril. Una situación alarmante que se extiende a otras comarcas como Esla de Campos.
Además, la asociación advierte de que las más de 12800 hectáreas de la provincia dedicadas a la cosecha de girasol están sufriendo un agudo ¨estrés hídrico¨. Este fenómeno ya se está materializando en forma de ejemplares de poco desarrollados, cabezas de floración de reducido tamaño y un llenado de pipa muy alejado de una condiciones óptimas. Los rendimientos finales se esperan un 35% más bajos que lo de el año pasado, cuando se recogieron 1000 kilos por hectárea.