Las comunidades de regantes de León convocan una gran manifestación el día 19 de septiembre para protestar por el agua que se desvía a Portugal para, según ellos, beneficio único de las eléctricas.
Se trata de la agrupación de varias comunidades de regantes que incluyen la del Esla, Payuelos, Páramo Bajo y la parte izquierda del Porma, que protestan porque el agua de los pantanos de Porma y Riaño se desembalsa para enviarla a Portugal con el fin de producir electricidad en el país vecino.
Todo parte de un acuerdo internacional de 1998 en el que se fijó la cesión de 24 hectómetros cúbicos de estos embalses a Portugal. Una decisión que los regantes entienden anticuada y que no responde a las necesidades y capacidades actuales. Además, indican que solo beneficia a las eléctricas y perjudica a los agricultores leoneses que están haciendo grandes esfuerzos para poder regar.
Los regantes convocan esta manifestación
El presidente de la comunidad de regantes del Páramo mantuvo una reunión con Faustino Sánchez, subdelegado del Gobierno y con Eduardo Morán, presidente de la Diputación, para trasladar sus quejas y solicitar una reunión con la Ministra de Agricultura.
El portavoz de los regantes asegura que los regantes son los únicos que han contribuido al ahorro de agua limitando sus propios riegos con el objetivo de mantener el volumen necesario para el próximo año. Una actuación que no servirá de nada debido al beneficio de las eléctricas.
Por este motivo, los regantes de León han convocado una gran manifestación el día 19 de septiembre en protesta por el agua desviada al país vecino para que el Gobierno modifique de inmediato el acuerdo internacional que tiene más de 20 años.
Además, el presidente de regantes de Payuelos, Jorge Álvarez, recuerda que se puede reducir la cantidad destinada a Portugal en casos de sequía como el actual y que no se está cumpliendo la regla que indica que en estos casos solo el 20% de este agua puede ir destinada a la producción de electricidad.
Herminio Medina aseguró que los que firmaron el convenio «son unos inútiles» y se pregunta «qué pasará el año que viene cuando no podamos sacar el suficiente agua para abastecer a las cosechas».