¿Estás planificando un recorrido por la provincia de León y no sabes por dónde comenzar? No te preocupes, porque en este artículo vas a conocer todos los detalles de La Cabrera en León, un monumento que esconde secretos muy interesantes…
La Cabrera en León, ideal para visitar en verano
Este interesante lugar es muy amplio, con un total de 1.500 kilómetros cuadrados, para no perder detalle de cada rincón. La aglomeración de público se hace notar en pleno inicio de verano, siendo la estación más favorecedora para el recorrido.
Si quieres saber un poco de su historia, es importante que no olvides el siguiente nombre: José Rodríguez Losada. Este personaje manejó muy bien el sentido temporal en la Puerta del Sol para despedir cada Nochevieja año tras año.
El Monte Teleno forma parte de este monumento, la Cabrera en León, cuya altura es bastante pronunciada, de 2.188 metros. No obstante, la altura no es el punto a destacar de La Cabrera, sino la presencia del vital líquido que atrapa las miradas en verano.
Los canales romanos
Si bien es cierto que el agua marca la pauta para iniciar el recorrido en La Cabrera, también es valioso mencionar la presencia de los canales romanos. Cuenta la historia que están desde el siglo I; lo que enriquece en gran modo los antecedentes de León.
En este lugar vas a encontrar muchos vestigios arqueológicos adscritos al siglo I, con diversos canales tan resistentes que sobrevivieron a los agredes de la invasión. En esta era no había suficiente agua para trasportar desde el arroyo hasta Las Médulas, Bierzo.
Luego de un abandono total de las instalaciones, algunos investigadores descubrieron tallados y oro entre los escombros. Bajo la labor de Roberto Matías se logró recuperar el espacio para designar como un nuevo Patrimonio de la Humanidad.
No pierdas de vista sus lagos
Otro atractivo que no puedes pasar por alto durante el paseo por La Cabrera, son justamente sus lagos. La Baña y Las Truchillas tienen una historia prolongada desde el cuaternario. Su vistosidad permitió que en 1990 las declararan como monumentos naturales.
La Baña es la más modesta, gracias a una medición de hectáreas un tanto discreta, con 731. Sus aguas circulan por toda la aldea de Encinedo, hasta llegar al río Cabrera. De acuerdo a los datos geográficos, este lago está en Cabrera Baja.
Las Truchillas poseen más de 1.000 hectáreas, para doblar en extensión respecto al caso anterior. Sus aguas reposan en el río Eria y no hay manera alguna para que ambos lagos se entrecrucen, porque están de extremo a extremo.
Una parada en los museos
El mejor plan para tomar un descanso luego de un recorrido bastante nutrido en agua, es esencial visitar los museos de León para conocer a fondo todos los antecedentes históricos del monumento y la provincia en pleno.
Uno de ellos es el Museo Etnográfico de La Cabrera. A través de él puedes caminar por todos los pasillos para observar acciones referentes a la vida rural de su población: tradiciones, costumbres, vestimentas, platos típicos, entre otros.
La segunda recomendación para ti es el Museo del Encaje, cuyo funcionamiento inició un poco antes del año 2010. Es uno de los más recientes en la provincia y ya cuenta con buen prestigio para recibir a un número generoso de turistas.
La lagartija leonesa
Para cerrar con la información de este artículo, hay una especie tan peculiar que no existe en ningún otro territorio. Se trata nada más y nada menos que de la lagartija leonesa. Su nombre responde precisamente a la exclusividad geográfica de su hábitat.
En algún punto de la historia, los investigadores arrojaron cifras desalentadoras de la especie, alertando su peligro de extinción. Por eso, se añadió a la lista de animales protegidos o de protección especial.