Las imágenes que deja el Pantano de Luna son realmente preocupantes a menos de un 25% de su capacidad, una situación que no se daba desde hace años.
En el mismo mes, solo un año antes, el pantano contaba con casi el doble de agua que ahora. Una situación que ha llevado a imponer fuertes restricciones a la espera de las lluvias que hagan subir el nivel del agua embalsada en Barrios de Luna.
El embalse de Luna presenta una imagen que no deja indiferente a nadie que pase por la zona, ya que, ha dejado al descubierto casi la totalidad de las ruinas que normalmente son invisibles al estar cubiertas por el agua e, incluso, las colas de entradas y salidas están totalmente secas.
Un aspecto casi desértico que indica que el Pantano de Luna se encuentra en mínimos tras las indicaciones de la Confederación Hidrográfica del Duero ya en el mes de agosto, y manteniendo las restricciones tanto al consumo como al riego.