En la comunidad de Castilla y León podemos encontrar uno de los monumentos más valorados, tanto es así que se considera la joya de España, por su estilo gótico-mudéjar. Estamos hablando del castillo de Coca, situado en la provincia de Segovia, en la localidad que le da nombre al castillo.
Historia del castillo de Coca
El rey don Juan II de Castilla, durante el año 1453, le dio permiso al que era Arzobispo de Sevilla, don Alonso Fonseca, para construir este maravilloso castillo. Sin embargo, no fue hasta 1473 cuando empezó su construcción, por el maestro alarife Alí Caro. Bajo las instancias de Don Alonso de Fonseca, el que era sobrino del Arzobispo y tercer señor de Coca.
La construcción del siglo XV, comenzó por el cuerpo central de fortificación, la cual es espectacular debido a su planta cuadrangular. Donde también se encuentra un precioso patio de estilo mudéjar, el que se encuentra flanqueado por la llamada Torre del Homenaje, así como por la Torre de Pedro Mata.
Distintos dueños del castillo
El castillo de Coca ha tenido distintos dueños a lo largo de todos estos años. De Los Fonseca pasó a ser propiedad de la Casa de Alba, a su vez, en 1928 fue declarado Monumento Histórico Nacional por la Dirección General de Bellas Artes. Por lo que desde ese momento pasó a formar parte del Tesoro Artístico Español.
No fue hasta el año 1954, que lo propietarios cedieron el castillo al Ministro de Agricultura. Con el fin de que en él se instalara la Escuela de Capacitación Forestal. La cual ha día de hoy, sigue siendo una de las más demandadas por los alumnos de diferentes partes de España.
Arquitectura única e irrepetible
El castillo de Coca, una joya de España, cuenta con una arquitectura la cual muchos expertos aseguran que es única e irrepetible. Aunque no hace falta ser un entendido para admirar su belleza y enamorarse de ella. Ya que es considerada una de las muestras españolas más hermosas en cuanto a arte gótico-mudéjar se trata.
Desde la Torre del Homenaje, la más alta de todas, hasta el foso encontramos una altura de 45 metros. En los que para ir de un sitio a otro, tenemos que pasar por 139 escalones. Sin embargo, los últimos 61 peldaños, los que llevan al foso, están cerrados al público.
Cada una de las formas realizadas a base de ladrillos, forman un conjunto arquitectónico casi único, ya que se considera muy imaginativo y original. Todo aquél que se adentra queda maravillado por la belleza singular de las salas del castillo de Coca. En las que podemos encontrar motivos geométricos de origen mudéjar, que están realizados con pintura y estucos. Todas las salas en su conjunto, han dejado en Castilla y León así como en España, un legado irrepetible.
Las impresionantes salas
La primera de las salas que nos encontramos nada más entrar es una pequeña Capilla, situada en la base de la Torre del Homenaje. Sin embargo, esta no es la Capilla original, pero hoy en día sigue siendo una incógnita el lugar en el que estaba.
A continuación accedemos a la sala de armas, donde el mayor atractivo lo encontramos en los muros y techos. Donde la decoración consta de mosaicos mudéjares, que tienen tonalidades blancas, rojas y azules.
Otra de las zonas que podemos visitar en el castillo de Coca es, su sala museo, en la que se encuentra un Ajimez Mudéjar con dos arcos, así como los restos de su patio de armas y muestras del palacio original. A continuación, la galería Torre, donde se encuentran las armas y armaduras de los siglos XVI y XVII.
Una de las salas que no podemos perdernos es el mirador, desde donde podemos encontrar magníficas vistas, donde además de ver la naturaleza que rodea a este singular castillo, encontramos pueblos, iglesias y murallas.
Una vez maravillados por el entorno que nos rodea, accedemos a la galería norte, donde se encuentran varios documentos antiguos sobre el castillo. Después está la sala que da acceso a las mazmorras, en la que se destaca una bóveda pintada simulando a los ladrillos, además, debajo de la ventana podremos ver una estrella de David.
Y finalizando el recorrido, encontramos la mazmorra, la yaga que existe entre lo ladrillos impide la huida de los encarcelados. Sin embargo, existe otro acceso donde los visitantes pueden ver su interior.
Leyenda del Castillo de Coca
El castillo de Coca aparte de ser una joya de España, y estar hecho de ladrillos, algo que es muy poco común, también esconde una leyenda detrás. Según han contado los lugareños durante siglos, esta es una historia llena de amores imposibles, sufrimiento, y como toda buna leyenda, de traiciones.
Pedro González de Mendoza, un poderoso cardenal con una estrecha relación con los Reyes Católicos, tenía un hijo, el marqués de Cenete, el que adoptaría el apellido del Cid, y pasaría a llamarse, Don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza. Se enamora perdidamente de la hija de Alonso de Fonseca y Ulloa, María Fonseca, que era la sobrina del obispo que adquirió el castillo de Coca.
María Fonseca y el marqués Cenete, querían casarse y vivir enamorados hasta el fin de sus días. Sin embargo, los Fonseca se negaron a que eso sucediera, debido a ello, el propio rey Fernando ordenó que María se casara con otro hombre. Cuando se negó a hacerlo, fue confinada tras los muros del castillo de Coca y obligada a contraer nupcias.
Aunque su amor estaba casada, Don Rodrigo no iba a rendirse tan fácilmente, y propagó rumores sobre el esposo de esta. Incluso intentó acceder al castillo, con el fin de raptar a su amada, pero casi pierde la vida, ya que fue recibido con aceite hirviendo. Este acto fue castigado por la reina Isabel, y decidió recluirle a él también, en este caso en el castillo de Cabezón.
Pero esto no iba a parar a los dos enamorados, tras quedarse viuda, María Fonseca fue llevada al Monasterio de las Huelgas por el marqués Cenete. La insistencia de ambos al final tuvo su recompensa, ya que el rey Fernando acabó autorizando el enlace entre ambos. Aunque esto supuso que María Fonseca fuera desheredada por su familia.
Amanda Arroyo