El proyecto permitirá reconstruir un bosque y regenerar 160 hectáreas afectada por los incendios en Canseco
Land Life, empresa de restauración ambiental con sede en Burgos dedicada a la reforestación de precisión a gran escala, ha iniciado la reconstrucción de un bosque resiliente con la plantación de 193.000 árboles en el municipio de Canseco. El proyecto permitirá regenerar 160 hectáreas degradadas por incendios recurrentes y convertirlas en un bosque saludable, capaz de adaptarse a alteraciones adversas del medio ambiente como el cambio climático, la sequía o las plagas. El bosque permitirá retirar miles de toneladas de carbono de la atmósfera y aumentará los beneficios ecosistémicos de la zona gracias al incremento de biodiversidad y la fijación biológica del suelo. La zona reforestada corresponde a montes de utilidad pública. El proyecto de reforestación está impulsado por la Junta de Castilla y León y la Junta Vecinal de Canseco.
Beneficios de la reforestación en Casenco
La plantación, ubicada en una zona de gran altitud y con un clima extremo, ha sufrido incendios recurrentes que han causado un grave perjuicio en términos naturales y económicos. La reforestación de Land Life mejorará las condiciones climáticas, aumentará la biodiversidad del entorno, ayudará a la conservación del oso pardo y proporcionará, en un futuro, ingresos al municipio con el uso micológico y apícola del bosque.
La reconstrucción de bosques resilientes proporciona numerosos beneficios ecosistémicos: los árboles proporcionan un clima más húmedo y ayudan a mitigar localmente los efectos del cambio climático. La plantación también mejora el suelo y ayuda a la reducción de riadas por lluvias. Los árboles almacenan y filtran la lluvia a través de sus hojas, troncos y raíces, durante este proceso, se evita que sedimentos lleguen a ríos, mares o acuíferos. La creación de un bosque con diferentes especies de árboles, incluidos algunos de fruto, que proporcionen alimento podría favorecer el establecimiento de una nueva población reproductora y ampliar su área de distribución. Esto beneficiaría a la preservación y reproducción de los osos pardos, una especie actualmente en peligro de extinción.La pérdida de diversidad biológica que ha sufrido el terreno a lo largo de los años ha supuesto un riesgo de plagas y enfermedades para los cultivos de la zona. La reforestación ayuda a evitarlo con la atracción de nuevas especies de aves, enemigos naturales de muchas plagas, y mejora la polinización al atraer insectos polinizadores.
Land Life crea bosques mixtos autóctonos de baja densidad (con una media de 800 árboles por hectárea) compuestos por diferentes especies, características clave para crear bosques resilientes, capaces de hacer frente a las amenazas del cambio climático y menos vulnerables a la propagación de incendios y plagas.
El proyecto de reforestación en Canseco contempla la plantación de 11 especies autóctonas de diferentes familias como robles, pinos, abedules, serbales, álamos, arces, tejos, cerezos y manzanos. Una plantación mixta formada por especies de coníferas, frondosas y arbustivas adaptadas al entorno, elegidas en base a estudios técnicos realizados por Land Life.
El proyecto se encuentra actualmente en fase de ejecución, realizándose el ahoyado previo a la plantación. Los trabajos se iniciaron en abril y finalizarán previsiblemente en diciembre de este año. Posteriormente, y durante cuatro años, Land Life se focalizará en el mantenimiento y protección de la plantación para garantizar la supervivencia y crecimiento del nuevo bosque.
Cuando el proyecto esté terminado, Land Life realizará talleres y actividades educativas sobre la conservación de los bosques y la biodiversidad que éstos aportan para sensibilizar y fomentar la preservación del entorno natural y del futuro bosque.
Land Life explora de forma constante nuevas técnicas que permitan asegurar la viabilidad de la plantación con el menor impacto posible en el terreno. En el proyecto de Canseco, al tratarse de una zona montañosa de difícil acceso, el diseño de la plantación ha tenido en cuenta las zonas de cuerda, valles y laderas, por lo que el esquema de rodales ha sido especialmente meticuloso y preciso.Se emplean drones para estudiar el terreno en la fase de diseño, supervisar la ejecución y analizar cómo crecen los árboles. La tecnología GIS permite recopilar datos de campo, analizar mapas y supervisar las operaciones con la teledetección de forma muy precisa. Para la fase de protección, Land Life cuenta con una aplicación que incorpora GPS que registra e incorpora información de cada árbol. Unos datos que permiten analizar en qué condiciones crece el bosque y qué mantenimiento requiere para conservar la plantación en las mejores condiciones.El proceso de plantación es liderado y supervisado en todo momento por un equipo de ingenieros forestales expertos en restauración ambiental. Además, la compañía trabaja de la mano junto a los propietarios de tierras para el desarrollo y mantenimiento de las plantaciones.