Este martes, 7 de agosto, León vivirá un Pleno Extraordinario en su Ayuntamiento que ha fastidiado las vacaciones a su alcalde, Antonio Silván.
En el pleno se plantearán dos opciones: o la dimisión del alcalde, aunque su posible sustituto también aparece implicado en los pinchazos, o una moción de censura que necesitaría el apoyo de Ciudadanos, partido también salpicado por la trama corrupta.
El problema es que quien podría haberlo hecho en su momento, José María López Benito, segundo teniente de alcalde, fue imputado y ha dejado sus responsabilidades, aunque no su acta de concejal, y la Policía atesora varias de sus llamadas por su implicación.
Y el que podría ahora ser candidato, el primer teniente de alcalde, Fernando Salguero, también se ha visto salpicado en la trama. Este concejal habría recibido en el Ayuntamiento a empresarios de manera secreta y la Fiscalía sospecha que les habría dado “información reservada” sobre adjudicaciones.