Un lapsus absurdo. Aún hay tiempo para las risas durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Como si fuera una broma lo que pasa en España, como si el empeño de ERC en inmiscuirse en los secretos de Estado no tuviera trascendencia social ni política, como si la presión a la que ese partido está sometiendo a un Gobierno temeroso de perder la poca credibilidad que le queda, no pretendiera sacar réditos políticos con la amenaza de «tumbar el plan de choque» propuesto por el Gobierno, como si todo eso no ocurriera, hoy en el Congreso de los Diputados los que se creen por encima del bien y del mal, los que se gustan como nadie preguntando cada mañana, «espejito, espejito, ¿quién es el más guapo del reino? han provocado las risas de sus respectivas bancadas con una anécdota absurda e intrascendente que hubiera pasado totalmente desapercibida si los protagonistas no hubieran sido los que son.
Y es que, el Sr. Presidente del Gobierno D. Pedro Sánchez, en su particular retórica de comenzar todas las respuestas agradeciendo la pregunta personalmente a quien la hace, sea quien sea y pregunte lo que pregunte, comenzó a responder a Gabriel Rufián diciendo: «Muchas gracias señora presidenta [de la Mesa del Congreso, Meritxell Batet], muchas gracias señor Abascal… o mejor dicho, señor Rufián. Discúlpeme, discúlpeme», se ha apresurado a decir Sánchez ante un Rufián sonriente y mostraba sus manos juntas en señal de disculpas.
Tras las sinceras disculpas, como si de un insultante agravio se tratara, insistió el Presidente cariacontecido «Ha sido un lapsus imperdonable», entre risas y con las carcajadas de su bancada de fondo. La anécdota ha terminado con un aplauso por parte de los diputados y diputadas del Gobierno y sus socios.
Sánchez, antes de responder a la pregunta que le había hecho Gabriel R. sobre si el Gobierno pensaba investigar el ‘caso Pegasus‘, de espionaje a políticos independentistas, volvió a insistir, para dejar claro de qué parte estaba, «Hay lapsus, señoría, imperdonables y este lo es«, para después responder que el Gobierno ha demostrado «con palabras y con hechos» su «firme voluntad por el diálogo».
Al margen de la anécdota jocosa, y que en su réplica Rufián comenzó diciendo «que me espíen vale, pero que me llame Abascal me fastidia», Gabriel ha sostenido que «por supuesto que el Estado ha espiado de forma alegal porque me lo han dicho sus cargos de Interior en tres comisiones de investigación»
El momento no era distendido, de hecho Rufián se dirigió a Sanchez con lo siguiente: «La pregunta es si esta vez ustedes lo ordenaron, y si lo ordenaron es terriblemente grabe y si no, es aún más terriblemente grave, porque significa que ustedes no han limpiado sus cloacas y cuando no se limpian las cloacas, se llenan de ratas y las ratas se lo comen todo. Al PSOE no le gusta ERC, Bildu, Compormís, Más país, PDeCAT, ni Unidas Podemos. No pasa nada, díganlo, tienen una alternativa, que es el PP. Díganlo, sus votantes lo tienen que saber».
El Plan de Choque aprobado por el Gobierno y al que se refiere el Sr. Rufián con tumbar, gira en torno a cinco grandes ejes: medidas de apoyo a familias, trabajadores y refugiados; para apoyar el tejido económico; en materia de transportes; de ciberseguridad; y en materia de energía, para abaratar el precio final de la electricidad a hogares y empresas
Pedro Sánchez ha pedido “formalmente” el apoyo del PP al decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, un paquete de decisiones clave cuya aprobación pende de un hilo debido a la indignación entre los socios parlamentarios del Gobierno por el caso Pegasus de presunto espionaje. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, no ha cerrado completamente la puerta y le ha dado 24 horas para aceptar alguna de las propuestas económicas de Alberto Núñez Feijóo, centradas en bajadas de impuestos, antes de la votación del jueves.