Los trabajadores de Vestas pondrán toda la carne en el asador en el mes de septiembre tratando de abrir nuevas vías de diálogo con la empresa de cara a dar viabilidad a la planta de Villadangos. De momento, eso sí, van a mantener hasta el día 31 de agosto la huelga que protagonizan desde hace más de un mes.
Su última protesta ha tenido lugar este lunes en forma de concentración en la plaza de Botines. Se trata de una nueva movilización con la que pretenden concienciar a la población leonesa de los estragos del cierre de la fábrica de Vestas en León, que da trabajo a casi dos mil personas entre empleos directos e indirectos, según los sindicatos.
A pesar del silencio de la dirección y su no comparecencia en la reciente reunión de la Junta y el Gobierno Central, desde el Comité de Empresa no pierden la esperanza y ya se mueven para abrir una nueva vía de negociación.
La plantilla, eso sí, mantiene hasta el 31 de agosto la huelga indefinida en la que se encuentran desde hace más de un mes. Y anuncian más presiones ante la Junta y el Ministerio de Trabajo de persistir el rechazo de la empresa.
En la concentración de este lunes, los trabajadores han contado con el apoyo de varios compañeros de la planta que la compañía tiene en Castilla-La Mancha.