La sequía y la falta de agua ha provocado una disminución notable de la cosecha del lúpulo leones, donde los lupuleros han confirmado que este año no podrán cumplir los contratos de suministro establecidos.
El tiempo de primavera ya provocó perdidas de baja trscendencia de la cosecha, pero con la fuerte sequía y el clima han provocado que este verano la cosecha disminuya de manera global la producción que se sitúa entre el 25 y el 30%.
La pérdida más acusada es en la zona de Carrizo, donde la merma del cultivo alcanza el 50% y en la que ya se habla de pérdidas para los agricultores pese a trabajar uno de los cultivos más rentables de los que se dan en la provincia. Es decir, frente a una cosecha normal de un millón de kilos de flor, este año podrían recogerse entre 700.000 y 750.000 kilos.
Pero la peor parte la lleva la zona más lupulera de la provincia, Carrizo, Quintanilla de Sollamas, La Milla del Río y Villanueva de Carrizo suponen un 35% de las 536 hectáreas de lúpulo que se cultivan en la provincia y su producción se quedará en la mitad, según informó ayer el presidente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León, Isidoro Alonso. Las pérdidas para los cultivadores de estas localidades «son generalizadas», en una situación que no se vivía en al menos 20 años. «Yo no la recuerdo y creo que mi padre, tampoco».
El presidente de los productores no espera que el incumplimiento de los contratos traiga consecuencias para los cultivadores como son sanciones, puesto que acarrearía un retroceso de mecanización y aumento de la superficie para los próximos años y por lo tanto un descenso de la rentabilidad y producción del lúpulo leones.
Digital de León