La nueva Generación Covid-19 ya está aquí. Los niños de hoy en día estarán marcados de por vida, como los niños de la posguerra o como los engendrados durante ese Mundial que ganó España mientras bailaba el “waka-waka”.
Podrán contar que durante un tiempo estuvieron encerrados en sus casas sin poder salir para nada y que eso les descubrió un mundo nuevo. Mientras los adultos hacían la compra, bajaban la basura o al perro, dos tareas que de pronto se convirtieron en esenciales, ellos y sus abuelos no pudieron hacer nada, solo esperar, porque de pronto eran peligrosos los unos para los otros.
La nueva Generación Covid-19
Y es que el pasado mes de marzo nacieron en los hospitales de la Castilla y León 1.999 bebés.
Pintaron durante semanas arcoíris, aprendieron a hacer repostería y asistieron a clase desde el otro lado del ordenador. Aquí también hubo dos tipos de alumnos: los que tenían terraza y los que no; los que tenían con qué conectarse y los que no.
Esos teléfonos que durante tanto tiempo sus padres se resistieron a que tuviesen, porque no querían que creciesen tan deprisa y tan expuestos, de pronto les permitieron hacer deberes, entender lecciones, dar besos a la familia y mirar el mundo con una sonrisa.
Con todos esos niños aislados y resistiendo en sus casas y los que acaban de nacer se crea la nueva Generación Covid-19.