José Eugenio Arias-Camisón trata de ser el hostelero más conocido de España. En 2011, comenzó su gran polémica, desacató la ley antitabaco aprobada por el Gobierno de Zapatero, ley que prohibía fumar, entre otros lugares, dentro de los establecimientos hosteleros. Este empresario fue multado con 145 mil euros. Ahora, quiere ser nuevamente protagonista. En la entrada de su bar luce un gel hidroalcohólico ‘antirrojos’. También por decir que la gente no quiere trabajar y que prefieren cobrar la ‘paguita’.
Lo más seguro es que muchas personas quieran trabajar, pero no en un lugar tan protagónico
El protagonismo le encanta a este hostelero. Le gusta tanto el exceso que en su restaurante todos sus camareros llevan una mascarilla con la bandera española. El hecho de no encontrar camareros no creo que sea porque los españoles no quieran trabajar. Pero la forma de pensar de este señor es muy distante a la de muchas otras personas que viven en Marbella.
Camisón es de esa clase de personas que ha pasado de ser forofo a ser un radical
Yo soy el primero que piensa que no hay que anteponer la ideología de una persona por la persona. Pero, en este caso Camisón ha cruzado la línea. Se puede criticar a una persona de una ideología contraria, pero sin tener que increparla. El ‘antirrojos’ ha sentado mal a muchas personas y a su restaurante le puede perjudicar.
Él no está adentrado en el mundo de la política y tampoco quiere, pero un brazo se le estira más que el otro. Cree que el PP se ha vuelto débil, me imagino que incluso creerá que entra dentro de su gel hidroalcohólico. Pero, él ya tiene un gran amigo, Santiago Abascal. No se posiciona hacia ningún partido político, pero su tweet cuando el líder de VOX visitó su restaurante lo dice todo. “Santiago Abascal, ha visitado el Asador Guadalmina en el día de hoy. Un orgullo. Aquí con mis hijos. VIVA ESPAÑA”.
El simple hecho de mostrar la bandera del país en cada rincón o en cada espacio de su restaurante y su servicio, no le hace más español. Dice un dicho, dime de qué presumes y te diré de qué careces. José Eugenio Arias-Camisón es el vivo retrato de este ejemplo. Incluso cuando le preguntan acerca de sus polémicas saca pecho y dice que tiene una persona discapacitada contratada “como marca la ley”.
Ganix Alonso