León, ciudad de algarabía y entretenimiento, lugar de diversión, tapas, vinos y sustento. Las terrazas de la ciudad no abandonan, en ningún momento, a todos los clientes famélicos de una buena cervecita, con su tapa de excelencia. Sin embargo, actualmente, la hostelería de León se enfrenta a la cuarta ola del coronavirus.
La ciudad de León, sinónimo de disfrutar de la rutina
El clima acompaña y pasear por las calles más reconocidas de la ciudad es sinónimo de disfrutar de la rutina. La normalidad que siempre ha caracterizado a la ciudad. Calles repletas de paseantes, parejas y familias sedientas de diversión y una buena visita al Barrio Húmedo o Romántico es lo que muchos y muchas anhelaban con antelación e intención. Intención de normalizarse, perpetuarse, y de dejar a un lado lo que, por un tiempo, nos hizo estar encerrados.
Despacio, pero con buena letra
Si bien es cierto que, en las últimas semanas se han registrado datos muy positivos, habiéndose aprobado nuevas medidas en cuanto a lo que a las restricciones se refiere. Aunque desde el Complejo Asistencial Universitario de León se preparan para una cuarta ola, pues preocupa la velocidad reproductiva de los casos positivos de coronavirus.
Tanto es así que se apela a la responsabilidad, al orden social y a la conciencia situacional, para que no olvidemos que hace unos meses salíamos a aplaudir a las ocho de la tarde, agradeciendo así al personal sanitario su profesionalidad, y hoy salimos a llenar terrazas sin preocuparnos de nada más.
La hostelería de León y la cuarta ola
Los hosteleros abogan por continuar su actividad, independientemente del porcentaje de casos, pues cumpliendo con las medidas sanitarias recomendadas, consideran que no debería haber problemas. Cada mañana preparan sus terrazas e interior de los locales, preparan sus pinchos y tapas, para recibir al mayor público posible que esta situación pueda permitirles atender. Con la emoción, intención e ilusión de dar un servicio a la ciudadanía que anhela con fulgor, y mantener en pie sus empresas, siempre al pie del cañón.
Los de arriba culpan a los de abajo y los de abajo culpan a los de arriba
Las disputas, el enfrentamiento entre la sociedad y las élites políticas, se ha mantenido desde el inicio de la pandemia. Los de arriba culpan a los de abajo y los de abajo culpan a los de arriba. Todos y ninguno tienen la culpa. Todos y ninguno cumplen con la ley.
En definitiva, la clave no está en cerrar y hundir negocios, la clave está en ser coherentes, sensatos y hacer uso de esa responsabilidad ciudadana que todos y todas debemos ejecutar a la mayor brevedad posible si queremos salir más pronto que tarde de esta situación. Tanto los de arriba como los de abajo. Proponer que no cierren los bares y llenar las terrazas, incumpliendo todas las restricciones (no usar mascarillas, no respetar la distancia, sentarse en las mesas sin pedir permiso, juntarse más de cuatro o seis personas en interior o exterior…) no es ético ni moral. Cerrar los bares y acudir a actos presuntamente oficiales, incumpliendo todas las medidas de seguridad, es una patraña que no debemos, como ciudadanos, aceptar.
Y tú, ¿de qué lado estás?
Cintia del Campo