La condena más disparatada que se conoce desde hace años en España afecta a un hombre bisexual, que se divorció de su esposa e inició una relación sentimental con una persona de su mismo sexo.
Javier Vilalta reconoce en una entrevista a un conocido medio de antena 3, que se casó completamente enamorado de su entonces novia, y sin ninguna inclinación homosexual. Posteriormente decide separase de la que era su esposa, y lleva una vida completamente normal, hasta que aparece en su vida su actual pareja. Su exesposa, una vez que se enteró de la situación, decidió denunciarlo.
La condena en España que no pensábamos que podía existir
Esta pareja se divorció de mutuo acuerdo y de una forma amistosa después de tres años de matrimonio. Posteriormente al divorcio, Javier comenta con ella que tiene una nueva pareja y que es un chico. La decisión que toma ella es denunciarlo, y pide que la compensación moral tiene una cuantía de 10.000€ por cada año que estuvieron casados, es decir, 30.000€.
Este hombre, que además es abogado y activista de derechos humanos, no entiende que la sentencia haya finalizado de esta forma, ya que claramente ve una vulneración en la constitución española. Además, no entiende cómo en un juicio de divorcio puede haber una indemnización por daños morales, ya que él se considera bisexual, y no debe importarle a ningún juez.
Según esta sentencia llena de prejuicios, el gay nace, no se hace. Y es por esto, que estiman que ha engañado a su entonces esposa, desde el primer momento, incluso antes de casarse. Además, la mujer se entera de la nueva relación de su actual exmarido cuando ya se han separado, con lo cual no debería existir ningún engaño.
Desde luego, va a recurrir la sentencia, porque la jueza establece que el hombre tendría que haber aportado pruebas de sus relaciones con distintas » partenaires «. La condena que ha establecido la jueza es de 1.000 € por cada año de matrimonio, con lo cual la cuantía total es de 3.000€.