Adiós a la nobleza de Franco, los 33 títulos que eliminará la futura ley de memoria democrática
La norma retira directamente una treintena de títulos otorgados a figuras destacadas del régimen, ministros, militares golpistas o ideólogos entre los que están los ducados de Franco, Primo de Rivera o Carrero Blanco o los marquesados de Queipo de Llano y San Lorenzo de Yagüe
En la reciente Ley de Memoria Democrática se han incorporado novedades como el listado que detalla uno a uno los 33 títulos nobiliarios concedidos por Franco que la ley hará desaparecer. Así lo pactaron PSOE y Unidas Podemos, que en la primera versión del texto dejaban la posibilidad abierta a todos los títulos que supusieran exaltación de la Guerra Civil o la dictadura.
Acuerdo
Según parece la lista se ha redactado de acuerdo a “trabajos de investigación ya realizados” que permiten determinar, según ambas formaciones, sin contar con el resto de opiniones del Poder Legislativo, qué distinciones incurren en un ensalzamiento del golpe de Estado o el franquismo, a sus instigadores, dirigentes, participantes del «sistema represivo» o a las organizaciones que sustentaron al régimen. Títulos “cuya base está constituida por comportamientos atentatorios contra la dignidad humana y otros derechos fundamentales cometidos en épocas preconstitucionales”, justifican en la enmienda adoptada.
Siempre según refiere la Ley, todos, los 33, fueron concedidos por Franco con carácter perpetuo y hereditario a golpistas, criminales de guerra e ideólogos franquistas que desempeñaron algún papel clave en la marcha de la guerra o el sostenimiento del régimen.
De hecho, la intención fue reconocida por el propio dictador en la ley de 1948 con la que restableció las distinciones aristocráticas suspendidas por la República. Y era un objetivo doble: por un lado, para “mantener vivo” el recuerdo de “las grandes glorias de la nación”; por otro, para agradecerles los “servicios prestados” durante “nuestra Cruzada”, cargada de “acciones heroicas”.
¿Quiénes eran y por qué Franco les distinguió?
La mayoría de estos ducados, condados y marquesados han sido renovados tras la muerte de quienes los recibieron originalmente y recaen ahora sobre sus herederos. Pero ¿quiénes eran y por qué Franco les distinguió?
Hay cuatro títulos nobiliarios que fueron concedidos un día tan simbólico para el régimen como el 18 de julio, pero de 1948. Fueron los primeros otorgados por la dictadura por su “heroísmo” durante la guerra y como “ejemplo de su alcurnia y grandeza”, reza el decreto que los hizo efectivos. Hoy, un sobrino nieto del fundador de Falange ostenta el ducado de Primo de Rivera, concedido a José Antonio tras ser acusado de conspiración contra la República y ser ejecutado al estallar la guerra.
Así se convirtió en un mito para el régimen franquista y un mártir al servicio de la propaganda tras haber ideado un fascismo adaptado al nacionalismo español, que “vivirá estrechamente unido al Movimiento Nacional” fue lo que dijo Franco de José Calvo Sotelo, exministro de Hacienda durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que fue asesinado el 14 de julio de 1936.
Su muerte violenta fue esgrimida por los sublevados como la causa que les empujó al levantamiento, que ya se había comenzado a planificar. En la actualidad, un nieto del político monárquico es el duque de Calvo Sotelo. Pero el mito por antonomasia del franquismo fue el militar José Moscardó, al que Franco distinguió por defender el Alcázar de Toledo frente a las tropas republicanas con un condado que hoy disfruta uno de sus nietos.
El último de los cuatro primeros títulos concedidos fue el ducado de Mola, que ostenta el nieto de Emilio Mola, artífice del golpe de Estado de 1936 y director durante la guerra de las operaciones militares del Ejército del Norte.
Finalmente, Onésimo Redondo, conocido como “caudillo de Castilla” durante el franquismo y líder del grupo fascista las JONS, que posteriormente se uniría a Falange, recibió a título póstumo el condado de Labajos y en 1950 el dictador emitiría el marquesado de Queipo de Llano. El hijo del general Juan Yagüe es el marqués de San Leonardo de Yagüe, la distinción creada por Franco a título póstumo.
A la única mujer que distinguió el dictador con un título nobiliario fue a Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio y fundadora de la Sección Femenina de Falange. Hoy el condado del Castillo de la Motalo tiene hoy un sobrino nieto de Pilar Primo de Rivera.
Carrero Blanco y los cinco de Juan Carlos
Uno de los pocos títulos que desaparecerán con la nueva ley de memoria democrática y que permanecen a día de hoy vacantes es el ducado de Carrero Blanco, concedido a título póstumo tras su asesinato a manos de ETA en 1973 al poco de ser nombrado por Franco presidente del Gobierno.
El almirante siempre sostuvo su intención de mantener intactos los valores nacionales. Le sucedió Carlos Arias Navarro, que ocupó varios cargos del régimen. Recibió el marquesado de Arias Navarro un día después de dimitir, con una diferencia: no fue Franco, ya muerto, quien se lo otorgó, sino el Rey Juan Carlos.
No fue el único caso; así ocurrió con otras cuatro distinciones que también prevé eliminar la norma: el monarca también concedió el Señorío de Meirás a Carmen Polo, viuda de Franco, seis días después de su muerte. Hoy lo ostenta su nieto, el conocido como Francis Franco. El mismo día concedió a su hija el ducado de Franco, que sigue existiendo en España, hoy en manos de Carmen Martínez Bordiú.
El rey concedió meses más tarde el condado de Rodríguez de Valcárcel, exmiembro de Falange que había ejercido de jefe de Estado entre el 20 y el 22 de noviembre, y el condado de Iturmendi, a favor de Rita Gómez, la viuda del político carlista Antonio Iturmendi, que ocupó cargos de relevancia en el régimen.
Franco desplegó una extensa política de distinciones a figuras militares que habían desempeñado un papel relevante en el transcurso de la Guerra Civil. Así fue con el marquesado de Dávila o el de Saliquet, en honor respectivamente a Fidel Dávila y Andrés Saliquet, ambos miembros de la Junta de Defensa Nacional creada por los militares sublevados. Y el marquesado de Kindelán, otorgado al responsable de las fuerzas áreas
El resto de títulos a punto de desaparecer
–Marquesado de Alborán, a favor del almirante Francisco Moreno.
–Condado del Jarama, que distinguió al aviador Joaquín García Morato, por la defensa de Jaén durante la guerra.
–Marquesado de Varela de San Fernando, que se le concedió al militar y ministro del Ejército de 1939 a 1942, José Enrique Varela.
-Marquesado de Somosierra, a favor del militar Francisco García-Escámez.
–Condado de Benjumea, ministro de Hacienda con Franco.
-Marquesado de Vigón, que fue ministro del Aire en la dictadura .
-Marquesado de Suanzes, ministro de Industria y Comercio hasta 1951.
-Condado de Pallasar, en favor del teniente e íntimo colaborador de Franco, Joaquín García Pallasar
-Marquesado de Casa Cervera, que distinguió al militar Juan Cervera Valderrama
-Condado Martín Moreno, jefe del Estado Mayor del Ejército
-Marquesado de Bilbao Eguía, ministro de Justicia entre 1939 y 1943 y presidente de las Cortes hasta 1965
-Condado de Bau, político y banquero, paradigma del franquismo catalán
-Condado de la Cierva, que se otorgó al aviador e ingeniero Juan de la Cierva.
-Condado de Fenosa, al empresario Pedro Barrié de la Maza, estrechamente relacionado con Franco
A estos hay que añadirles la retirada de las distinciones que hizo Franco de Grandeza de España, la máxima en la jerarquía de la nobleza, a dos títulos ya existentes: el condado de Rodezno, que entonces recaía en el que fuera ministro de Justicia con Franco, Tomás Domínguez Arévalo; y el marquesado de Covarrubias de Leyva, que estaba en manos de Fernando Suárez de Tangil, alcalde de Madrid durante la dictadura de Primo de Rivera y ministro de Obras Públicas durante la franquista.
Los 5 nobles de Franco que conservarán su título y el resto a los que Sánchez hará plebeyos por ley
Según se ha explicado por parte del Gobierno, los que no se quitarán “algunos títulos nobiliarios, que son pocos y que están vinculados a rangos intelectuales, científicos o académicos”. De ahí que los cinco herederos de las personalidades de la ciencia a los que Franco elevó a la categoría de noble puedan seguir ostentado sus títulos. “Aunque [los títulos] fueron entregados en la dictadura, nada tienen que ver con la llegada de ella, la represión de la misma y la desaparición de la democracia española que representaba la Constitución de 1931”.
Así Jaime de la Cierva Alvar, nieto del inventor español Juan de la Cierva, puede solicitar ser el tercer Conde de la Cierva, ya que su antecesor, Jaime de la Cierva Gómez-Acebo falleció en 2008, dejando vacante su título. También los herederos de la recién fallecida María Ramón y Cajal Conejero —hija del ilustre médico y Nobel Santiago Ramón y Cajal— puedan pedir la concesión del Marquesado de Ramón y Cajal.
La Ley de Memoria Democrática de Sánchez también permitirá a Ramiro de Maeztu y Manso de Zúñiga, heredero del literato español, seguir siendo Conde de Maeztu al igual que José Antonio Torroja Cavanillasconservará su título de segundo Marqués de Torroja. Jorge Arruga Ginebreda, descediente de unos reputados oftalmólogos catalanes, también podrá pedir, a pesar de la nueva ley, ser Conde de Arruga.