Hace unas semanas las devastadoras imágenes de los incendios de la Sierra de la Culebra (Zamora) encogían a toda la población. El que fuera el incendio más grande de Castilla y León calcinó el pasado mes de junio más de 30.000 hectáreas. Un fuego calificado como desastre medioambiental y económico. El modo de vida de la sierra de La Culebra se vio totalmente alterado por el suceso.
Las llamas afectaron un perímetro de 120 kilómetros y fueron calcinadas cerca de 30.800 hectáreas. Además del arbolado la fauna fue una de las grandes perjudicadas, camadas, animales… todos dañados de forma irreparable.
Ceniza sobre el embalse de la Sierra de la Culebra
Han pasado varias semanas desde que se sofocaran las llamas el 21 de junio. En la zona aún huele a humo y ceniza y la ceniza flota en las aguas de su maravilloso Embalse de Valparaíso (son varias las playas las que dispone).
Sin embargo, a pesar de todo el dolor, la pérdida y la catástrofe… la vida se abre camino. Entre las edificaciones calcinadas por el fuego, los bosques quemados y el suelo negro nace la vegetación, verde y brillante.
Aún hay esperanza para la Sierra de la Culebra.