Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, la DGT recuerda este año habrá más de 15,5 millones de desplazamientos por carretera en territorio nacional, un 2% más que en el mismo periodo de 2017.
Durante el Lunes de Pascua y el Viernes Santo del año pasado los principales motivos de asistencia gestionados por la entidad fueron las intervenciones por averías del vehículo, que representaron el 72,8%, seguido de los problemas en los neumáticos con un 11,2%.
Según la DGT, gran parte de los incidentes podría haberse evitado con una revisión previa del vehículo.
Para que el trayecto transcurra sin incidentes, y evitar accidentes en la carretera en los desplazamientos se recomienda una revisión previa del estado del vehículo.
PUNTOS A REVISAR
Algunos puntos son fáciles de revisar a simple vista si se está. Para otros se necesita la ayuda de un experto, por lo que es una buena idea llevar el coche a un taller para una revisión previa al viaje, sobre todo si el vehículo emite algún ruido inusual, o si se percibe algún comportamiento extraño durante la conducción. Aquellos aspectos claves a revisar son:
Luces: has de comprobar que todas funcionan y están bien reguladas, es importante tener en cuenta que la visibilidad es clave en la conducción, tanto la tuya propia como la del resto de conductores.
Neumáticos: deberás revisar su estado general, el grado de desgaste, que no tengan ningún daño, corte o perforación, así como el equilibrado, este aspecto es fácil de detectar ya que el volante vibrará a velocidades altas. Además es importante ver la presión recomendada según la temperatura y la carga.
Frenos: en Semana Santa suelen producirse aglomeraciones tanto en la operación salida como al regreso, por lo que es fundamental revisar que los frenos reaccionan correctamente y son capaces de detener el vehículo de manera eficiente en situaciones de peligro.
Nivel de aceite: es importante recordar que esta comprobación se ha de hacer con el motor parado y el coche en frío, en esta época del año es especialmente importante revisar este punto, ya que con el frío del invierno y las heladas, el motor se ha podido contraer y consumir una cantidad mayor de aceite de lo habitual.
Anticongelante: en una revisión en taller especializado revisarán tanto el nivel de aceite como de anticongelante, en cualquier caso es importante comprobar que esté en el nivel correcto y hacerlo siempre con el motor parado y frío.
Batería: revisar que el estado es correcto, no solo con los pilotos del coche, abrir el capó y mirar que los bornes están limpios, que no hay óxido, ni sale ningún líquido.
Limpiaparabrisas y escobillas: a priori podría no parecernos un punto clave pero influye directamente en la visibilidad, más aún con las lluvias y tormentas que estamos afrontando en los últimos meses. Conviene por tanto comprobar que las escobillas están en buen estado, que tenemos líquido limpiaparabrisas suficiente y que contenga algún producto anticongelante.
Elementos auxiliares. Hay varios elementos obligatorios que debes llevar, por si a pesar de toda prevención pasase algo, estos son: rueda de repuesto, chaleco reflectante, gato, llave, triángulos de emergencia y cadenas para los neumáticos.
Suspensión, encendido, inyección, manguitos, abrazaderas, bujías, cables y filtros. Estos componentes se han de revisar periódicamente en el coche. Si hace mucho que no lo has llevado a revisión, ahora es un buen momento, como prevención previa al viaje, ya que un escape, o incluso la suciedad en algún componente podrían provocar problemas en el arranque o incluso que el vehículo deje de funcionar.