Con las fiestas de León ha venido muchísima gente y la ciudad por todos lados se ve repleta de personas. La hostería supera cifras récord desde la pandemia y el ambiente por las calles denota la confluencia masiva. No obstante, los datos de nuestra población se centran más en el turismo que en los propios habitantes, los cuales lastimosamente van decreciendo año a año. No solo se debe a la pandemia, también encontramos que la población envejecida fallece y no se repuebla a la misma velocidad. A pesar de llegada de universitarios, los jóvenes deciden irse fuera a buscar trabajo, por lo que la tasa de habitantes no deja caer.
Población más envejecida y cada vez menos
León ha perdido en los dos últimos años una cifra aproximada de 4.800 personas, en el 2018 éramos 124.772 personas y desde entonces, el número ha descendido considerablemente. Esto supone un bajón de un 1,5% de la totalidad y ser la primera provincia de la comunidad de Castilla y León que tiene una bajada más abrupta que no frena. Actualmente, la edad media de los leoneses supera los 50 años, lo que supone que la natalidad haya descendido de igual manera, más concretamente un 4% en comparación con el pasado año.
La economía de una ciudad no se puede centrar exclusivamente en el comercio o el turismo, se han de tomar medidas cuanto antes para frenar este problema.