La primera cría de bisonte europeo, nace en León en semilibertad, y se ha encontrado en zonas altas y rocosas, en el Valle de Anciles, en la montaña de Riaño. El recién nacido se encuentra con su madre aislada del grupo, que cuida de su pequeña en todo momento.
Según ha declarado, Pelayo García de la Fundación Valle del Bisonte, “la llegada de esta ternera es toda una alegría y una esperanza para el proyecto», «el proyecto tiene como objetivo la recuperación del bisonte europeo”, a lo que ha añadido «es un hito histórico y una oportunidad de estudiar cómo fue su presencia, su impacto en el medio y conocer cómo se adaptaban, cómo vivían».
El área donde ha nacido, son 500 hectáreas de terreno montañoso, en unas condiciones de semilibertad, muy similares a las que había hace 12.000 años, cuando ya existían éstos animales en éstas montañas.
La primera cría de bisonte nació el pasado mes de junio y es el primer nacimiento de un grupo de hembras que ésta comarca recibió, hace ahora un año y medio y que tienen vínculos genéticos con ejemplares de tierras básicas y caucásicas.
La primera cría de bisonte que ha nacido, supone un éxito para la recuperación del bisonte en ésta zona
El proyecto turístico y natural, que se está desarrollando en Riaño sigue creciendo gracias a la labor de la Fundación Valle del Bisonte, que se ha establecido en ésta zona, con el objetivo de recuperar y criar en semi libertad el bisonte europeo y servir de punto de encuentro de estudiantes e investigadores de deseen estudiar los procesos biológicos de éste animal, que es el mamífero más grande del continente Europeo.
Los bisontes se encuentran en la zona del Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre, donde se prohíbe la circulación de vehículos motorizados, salvo las expresamente autorizadas o las que circulen para usos agrícolas o ganaderos.
Desde la Fundación advierten que es responsabilidad del visitante acceder al lugar acompañado de personal autorizado y mantener una amplia distancia de seguridad de al menos 50 metros, lo que garantiza una experiencia gratificante y segura, ya que los bisontes son animales salvajes, que aunque tranquilos pueden reaccionar de otra forma, cuando se trata de hembras con crías o en situaciones de celo.
Mar Morais