León es una ciudad hermosa, le pese a quien le pese. La ciudad está llena de encantos, patrimonio artístico, histórico y monumental. Sobradamente conocidos son los monumentos de la catedral de León, el parador de San Marcos o la colegiata de San Isidoro. Pero además de estos y, otros muchos, lugares de interés las calles leonesas están repletas de encantos. Las fuentes son unos de los elementos más bonitos de la ciudad.
La luz de la fuente
Varias fuentes de corte impresionante presiden algunas de las rotondas y plazas principales de la ciudad. Posiblemente, la fuente más bonita de León es la que preside la plaza de Santo Domingo (1923). Fruto del ensanche de León de principios del siglo XX es una de las plazas más transitadas de la capital.
La fuente que data de 1962 es una de las más emblemáticas de la ciudad. Fue inaugurada el 5 de octubre de 1962. Sus chorros y su imponente presencia imponen a los leoneses y visitantes. Por las noches, el color de León resplandece en sus aguas.