El encuentro del Reino avecinaba emociones fuertes para una Cultural que precisaba de recuperar su mejor versión para vencer a uno de los rivales más complicados que restan por visitar el Reino. El equipo blanco salía con la novedad de Samu por banda izquierda, Ángel García ocupando el lateral, y Mario junto a Sergio Marcos en el eje del juego. Primeros minutos de equilibrio, con la Cultural como actor principal del choque, por juego y control de los escenarios.
Pronto golpeaban los blancos, cuando, en una jugada por banda derecha, Mario Ortiz sorprendía a Dani Hernández con un disparo potente y ajustado al primer palo que el venezolano no acertaba a despejar. Primer impacto, muy merecido a tenor de lo visto en el arranque. Con un CD Tenerife noqueado, los de Rubén de la Barrera controlaban los tiempos del choque.
La Cultural no iba a detenerse ahí, y pocos minutos después, era Señé quien cristalizaba con un perfecto remate de cabeza a centro cruzado, imposible para el meta. Doblaba así la ventaja el conjunto leonés, con calidad en la circulación y transiciones, ágiles hacia la portería rival. En esta tesitura, tras una gran jugada colectiva, en la que los apoyos en construcción resultaron claves para la entrada en la ordenada zaga rival, Ángel García se plantaba en boca de gol, y con calidad en la maniobra, recortaba a su par para hacer el tres a cero. Primera parte de ensueño para la Cultu que sólo se veía empañada por el gol de Mula, a pocos minutos del descanso.
La segunda parte ofrecía un equilibrio palpable entre ambos conjuntos, la vuelta a la igualdad en algunos aspectos, siempre con la Cultural como dominador, aunque sufriendo algunas acometidas por parte de un CD Tenerife rápido, incisivo, y que ganaba poder ofensivo con la entrada de varios hombres de ataque, entre ellos, Víctor Casadesús.
El encuentro se hallaba parejo, con oportunidades para ambos conjuntos, con las intentonas de Mula y Mario Ortiz para cada equipo, con los blancos tratando de incrementar su ventaja. Pese al mejor momento local, Casadesús aprovecharía un mal despeje de Palatsi para hacer el segundo de los tinerfeños, que se acercaban en el electrónico, y obligaban al conjunto hoy dirigido por Secades a dar su mejor versión, la más equilibrada, tanto en ataque, como en defensa, para mantener una ventaja que seguía siendo justa y meritoria, según lo expuesto sobre el verde.
El banquillo se movía, y las entradas de Yeray, Iza y Zuiverloon, aportaron frescura, oxígeno y energía a un once que, en perfecta comunión con la grada, sumaba de manera indiscutible tres puntos de oro para seguir soñando con todo.