Un centenar de personas, se concentraron en la Plaza de Botines para mostrar su repulsa contra los atentados del pasado viernes en Nueva Zelanda. La consigna más repetida: No puede justificarse ningún crimen y mucho menos a través de la religión.
El terrorismo, una excusa para los extremismos, que debe combatirse con respeto y con un programa educativo en valores y convivencia. El presidente de la Comunidad Islámica de León, Abdellah Zahdali, insistió durante la concentración celebrada en la plaza de Botines en su repulsa al atentado del pasado viernes en Nueva Zelanda.
Zahdali explicó que la comunidad islámica mundial también es «víctima cuando se cometen actos terroristas en su nombre». El presidente de la asociación explica que «el desconocimiento general del islam hace creer a los ignorantes que justifica estos actos«. Opina también que «solo a través del conocimiento mutuo, de la convivencia más estrecha y de la educación es como se conseguirán eliminar las diferencias que algunos aprecian».
El vicepresidente de la Diputación de León, Francisco Castañón, también participó en la concentración. Castañón opina que «es muy duro recordar a las víctimas fruto de la deshumanización más grande del ser humano y de ideologías supremacistas que ahora están en boga». El vicepresidente aprovecho para hacer un llamamiento en nombre de toda la institución provincial para que «la gente que llegue a León se encuentre cómoda y que pueda convertir en realidad el objetivo de labrar un nuevo futuro». Recordó además que «hay que trabajar para que los musulmanes inmigrantes sean un ciudadano más con todos los derechos y deberes«.
Entre los asistentes, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, mostró su tristeza por «tener que reunirse por una causa tan terrible» Sánchez opina que «se tiene que entender que todos somos seres humanos el derecho a procesar la religión que estimemos pertinente» y «contribuir a convivir».
Para finalizar, la concejala de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de León, Aurora Baza, también manifestó su «repulsa ante esta masacre». quiso dejar claro la necesidad de «respetar a los seres humanos, de ser solidarios e integradores» como «siempre ha demostrado serlo León», una ciudad en la que «hay 138 países representados.