Un éxodo estival que acompaña a este peculiar destierro
El verano está llegando con fuerza a la capital de León. Las altas temperaturas están azotando con fuerza toda la provincia y la capital leonesa no es una excepción. El «éxodo» estival comenzará a ser más que visible en apenas unos días. «Según acaben las fiestas de San Juan y de San Pedro» comentan los más veteranos de la ciudad que bien conocen las costumbres de los leoneses. Un destierro que incluso afecta a las palomas de la concurrida plaza de San Marcelo ya que en estas épocas parecen mermar su población.
«¡Ni las palomas aguantan estos calores!» lamenta una vecina del centro que acostumbra a darlas de comer, «suelo a comprobar que no las falta alimento cada día». Lo cierto es que los asiduos a los bancos de esta popular plaza leonesa aseguran que hay un destierro de palomas llegadas estas fechas. Un fenómeno similar al éxodo estival que protagonizan numerosos habitantes de la ciudad.
Todo apunta a que este verano será el más cálido de los registrados con temperaturas de récord y noches tropicales. Unos pasajes de calor que se incrementan debido a la estructura de la ciudad y el asfalto. Y es que las ciudades no son el hábitat más aconsejable para el verano y eso lo saben hasta las palomas.
Los estudiantes acaban sus «obligaciones» y regresan prestosos a sus hogares. Los que pueden «teletrabajar» huyen del asfalto de la ciudad que, aunque pequeña no deja de ser ciudad, en busca del frescor de los pueblos. Y los más afortunados emigran en busca de unas deseadas vacaciones.
Así, de vuelta en vuelta, son pocos los que se percatan de la realidad del destierro de las palomas. Porque cuando en León todo vuelva a la normalidad (allá por septiembre) la mayor parte de las palomas ya habrán regresado de su destierro veraniego a llenar con su presencia una de las plazas más importantes de la magnífica ciudad de León.