El censo referido al año 2016 se eleva a 40 osas con 67 crías para el conjunto de las dos subpoblaciones cantábricas, lo que iguala el record del año anterior (aunque tres crías más) y subraya el proceso de recuperación del oso en la Cordillera Cantábrica.
Del total, 34 osas con 57 crías corresponden a la subpoblación occidental (Centro-occidente asturiano, Alto Sil leonés y Ancares) y 6 osas con 10 crías a la oriental (Montaña Palentina, Montaña oriental leonesa y montes colindantes de Cantabria). Con respecto a la primera, en Asturias se detectaron 29 osas con 50 oseznos, mientras que se localizaron 5 osas con 7 crías en el oeste de León.
En cuanto a la subpoblación oriental, 4 osas con sus crías han estado en diferentes momentos del año entre Palencia y Cantabria, una se ha movido entre León y Cantabria y la última ha sido localizada en todas las ocasiones en Palencia.
Los datos han sido presentados en la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Valladolid por los responsables de conservación de tres de las cuatro comunidades autónomas que coordinan el censo: José Ángel Arranz, director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, Manuel Calvo, director general de Biodiversidad de Asturias y Antonio Lucio, director general de Montes y Conservación de Cantabria.
La Fundación Oso Pardo contribuye de manera importante a la elaboración del censo con 131 fichas de datos obtenidas por sus equipos, 39 correspondientes al núcleo occidental con localizaciones de 17 grupos familiares y 92 al sector oriental, en el que han sido localizados por la FOP la totalidad de los 6 grupos familiares. Los datos refuerzan la tendencia positiva, igualando el número de osas del año anterior que fue el más alto obtenido desde que se iniciaron los recuentos anuales de osas con crías en 1989.
En la subpoblación oriental, con el mismo número de osas (6) y una cría más (10) que en 2015, se consolida la recuperación de la población más amenazada, con una distribución de los grupos familiares por toda la Montaña Palentina y las áreas oseras de Cantabria hasta los bosques inmediatos a la autovía Cantabria-Meseta (A-7), pero su expansión se detiene en la N-621 (entre Riaño y el puerto de S. Glorio, en León) y no terminan de ocupar los magníficos bosques más al occidente de Mampodre y Sajambre (León), o los de Ponga y Redes (Asturias).
Los censos son desarrollados por los equipos técnicos y de guardería de las cuatro comunidades autónomas cantábricas y de la FOP, con la colaboración de otras entidades conservacionistas y algunos voluntarios. La información recogida en esperas de observación y recorridos de búsqueda de indicios, con material gráfico de vídeos y fotografías, se pone en común de forma conjunta para individualizar el número mínimo seguro de grupos familiares diferentes.