El autor confeso de la muerte de la joven Diana Quer, José Enrique Abuín Gey, conocido como ‘el Chicle’, puede enfrentarse a la pena de prisión permanente revisable si, una vez que concluya la investigación, se le acusa de un delito de asesinato y de una agresión sexual previa al fallecimiento de la chica madrileña.
En declaraciones a Europa Press, el decano de la Facultad de Derecho de Santiago de Compostela y especialista en investigación criminal, Gumersindo Guinarte, ha comentado que la pena puede oscilar entre los 10 y 25 años por la muerte intencionada de Diana Quer.
En concreto, por homicidio doloso si no se le acusa de agresión sexual en esta causa, la pena se situaría entre 10 y 15 años de prisión. En el caso de ser considerados los hechos constitutivos de un delito de homicidio agravado oscilaría entre los 15 y 23 años de cárcel.
Así, Guinarte ha puntualizado que la pena que se pida «depende de la calificación que se realice de los hechos que puedan ser probados» una vez que concluya la investigación. Por ello, puede oscilar la solicitud entre los diez años en el caso de homicidio doloso sin agravante hasta la prisión permanente revisable para asesinato agravado, sumado a que hubiera agresión sexual antes de la muerte de la joven madrileña desaparecida en A Pobra el 22 de agosto de 2016.
En este sentido, ha recalcado que para que se pueda llegar a pedir la pena de prisión permanente revisable tiene que probarse que hubo agresión sexual previa y que la muerte de Diana Quer responda a un delito de asesinato.
HOMICIDIO IMPRUDENTE
Mientras, preguntado por la pena que supondría la tesis de la defensa de que la muerte se debió a un atropello, que puede ser tipificado de un delito de homicidio imprudente, este experto ha apuntado que sería de hasta dos años de prisión como máximo.
En relación al hecho de haber ocultado el cuerpo durante casi 500 días, Guinarte ha explicado que se considera a priori un «acto posterior impune» porque en España «el que comete un delito tiene derecho a mentir para no ser acusado del delito».
Mientras, en cuanto al hecho de haber confesado ser el autor de la muerte de Diana Quer y haber señalado el lugar donde estaba el cuerpo, en una nave abandonada en el municipio coruñés de Rianxo, este experto considera «posible» que la defensa de ‘el Chicle’ «pudiese intentar reducir la responsabilidad penal en base a alguna atenuante» como ésta. Sobre la atenuante de confesión ha aclarado, no obstante, que ésta se adopta cuando se confiesa a las autoridades antes de que conozca que el procedimiento judicial se dirige hacia él, como en este caso, ya que la causa sobre Diana Quer ha sido reabierta este martes por el Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira (A Coruña).
«No se puede descartar que se pueda admitir porque la confesión facilita la investigación del delito», ha abundado, para precisar que, por ejemplo, en el caso de ser calificados los hechos como homicidio simple la petición de pena con esta atenuante puede reducirse a entre 10 y 12,5 años «si se aprecia atenuante y no hay agravante». Sin embargo, ha señalado que por el tiempo transcurrido desde la muerte de la chica y la recuperación del cuerpo tras haber señalado el lugar el autor confeso, el tribunal puede «no darle tanto valor».
Con todo, Guinarte ha considerado «muy osado» hacer un «pronóstico» a falta de concluirse la autopsia, por lo que ha recordado que la petición de penas y la calificación de los hechos «depende de los resultados de la investigación en curso» y de «cómo la investigación pueda materializarse en medios de prueba». A ello, suma las penas que se pueden pedir por el delito de tentativa de secuestro de una chica en Boiro (A Coruña) el Día de Navidad –puede suponer entre uno y dos años de prisión– y por la detención ilegal de Diana Quer el día de su desaparición –puede conllevar entre dos y seis años de cárcel–.
MÁS INDICIOS
Este experto en investigación criminal ha aclarado, asimismo, que, comparado con la causa de Marta del Castillo, cuyo cuerpo no ha sido localizado todavía, «habrá más indicios para llegar a conocer la verdad de los hechos con independencia de lo que diga el investigado».
«Va a haber más elementos indiciarios de prueba», ha sentenciado en relación a la causa de Diana Quer. Sin embargo, ha abogado por no «hacerse extraordinarias expectativas» por lo que pueda arrojar de luz la autopsia, ya que apunta la posibilidad de que sea difícil determinar «si hubo o no agresión sexual».
«ES UN CASO DIFÍCIL»
Gumersindo Guinarte ha incidido en que el de Diana Quer se trata de «un caso difícil» porque estar «tan bajo la lupa de la opinión pública lo convierte en difícil». No obstante, ha matizado que «a efectos de investigación no parece especialmente difícil; lo era hace cuatro días». Con todo, ha concluido que «desde el punto de vista jurídico» no parece «especialmente difícil». «Todas las decisiones tienen que ser muy medidas», ha sentenciado.