Riaño acogió el pasado sábado su fiesta más reivindicativa, los actos organizados por la Asociación de Mozos del pueblo comenzaron con la recogida de capilotes y su posterior engalamiento de calles.
La lluvia no hizo aparición en toda la jornada y hasta tímidamente el sol se dejo notar en un Riaño con aires festivos.
Despues de la misa, los pendones de los pueblos desaparecidos bajo las aguas del embalse desfilaron hasta la plaza de los pueblos, donde los antiguos vecinos se hicieron fotos con el unico recuerdo vivo que queda de sus pueblos.
La gran carpa instalada en la calle principal acogió ademas de la tradicional paella y parrillada una clase de exhibición de zumba, no falto el himno montañés, “Viva la Montaña”.
Para cerrar una fría noche, donde los más jóvenes ponían ritmo a la música, la Orquesta Génesis acompaño hasta bien entrada la madrugada a todos ellos, se entregaron los premios de los distintos concursos e incluso alguna moza pidió para ella un aplauso del publico.
HISTORIA DE LA FIESTA
Se remonta al 17 de mayo de 1986, fecha en la que se celebró el primer día del Capilote en el viejo Riaño. La celebración de este día surgió como protesta ante la notificación de desalojo de varias viviendas en Vegacerneja, pueblo cercano a Riaño, para hacer la nueva carretera. La fecha del desalojo era el 17 de mayo, razón por la que la fiesta tomó como símbolo “el capilote”, ya que esta es la fecha de su floración. En 1987 se realizó como protesta ante los planes inminentes de inundar Riaño y otros 8 pueblos de la comarca (Vegacerneja, Burón, La Puerta, Salio, Anciles, Pedrosa del Rey, Éscaro y Huelde) con la construcción de un pantano, que finalmente se llevó a cabo en 1987.
El primer Día del Capilote se celebró el 17 de mayo de 1986, convirtiéndose en una gran manifestación en la que participaría toda la comarca desde Vegacerneja, Burón hasta los 7 pueblos que quedarían, dos años más tarde, anegados por el pantano. Manifestación en la que se portaban pancartas y pegatinas con lemas como “Sí al progreso, no a la destrucción” con el dibujo del capilote como fondo.
El segundo Día del Capilote se celebraría en 1987, año en el que se cerraría la presa y se inundaría el valle, al que acudirían unas 1500 personas de la zona. Además de una gran manifestación, se celebró un gran corro de lucha leonesa, juegos infantiles y actuaciones musicales.
Así desde los mozos de Riaño intentan que la Fiesta del Capilote sea tanto un día de recuerdo como una mirada a un futuro prometedor para la comarca de Riaño.