El pasado sábado llegaba el esperado momento de quitarnos las mascarillas en espacios públicos. Sin embargo no todos se han visto las caras, ya que un gran número de leoneses la siguen portando como si nada hubieses cambiado. Y a raíz de este asunto se generaba la increíble bronca en el leonés Paseo de Salamanca por una mascarilla.
Lo que parecí aun tranquilo y solitario paseo se convirtió en amenazas con llamar a la Policía
Todo ocurría en la tarde del domingo, cuando entorno a las cuatro de la tarde, y aprovechando que casi no había gente por la calle, este leonés decide ir a dar su paseo y a respirar un poco de aire. Y así es como decide ir caminando hasta la Plaza de San Marcos por el Paseo de la Condesa.
Un vez hecho su recorrido de sus cuarenta minuto de paseo, decide comprarse un helado y sentarse a disfrutarlo en uno de los bancos de La Condesa antes de regresar a casa. «Nadie por la calle, un helado, zonas verdes y lo mejor de todo, sin la mascarilla, esto es vida pensé!».
Las señoras paseando que buscaban bronca y la mascarilla les vino bien
Nada más lejos, que paz y tranquilidad era lo que le esperaba a este hombre que disfrutaba del primer helado de la temporada. «De verdad que no había ni un alma por la calle, yo estaba allí, con mi helado tranquilamente hasta que aparecieron ese par de…».
Cuando tan solo llevaba unos minutos sentado y sin mascarilla porque estaba comiendo su helado, «vi como a lo lejos, venían dos señoras caminando en dirección Guzmán, pero bien lejos. Venían dando un paseo».
«No habrá bancos en todo el Paseo de La Condesa, que según se van acercando veo que bajan bajando el ritmo, y directas como dos cazas a sentarse en el mismo banco que yo». «Gracia no me hizo desde luego, pero bueno el banco no es mío. Eso sí, me empezaron a molestar un poquito los cuchicheos, si quieren hablar de sus cosas que se sienten en otro banco que había 150 vacíos, pero bueno yo a lo mío y a mi heladito».
Increíble bronca en el Paseo de La Condesa por una mascarilla
Las mujeres que portaban puesta la mascarilla en todo momento, llevaban ya unos minutos sentadas en el banco con este hombre y por eso le piden que se ponga la mascarilla ya que no se está respetando la distancia de seguridad. «Ahí ya estaba yo calentito porque algo las estaba oyendo cuchichear. De verdad que ni las contesté, hice como que no me enteraba porque si las digo algo, son cuatro cosas bien dichas».
«Se puso como una loca a amenazarme»
De nuevo, nada mas lejos que evitar trifulca. «Una de ellas se levanta se pone de frente a mí y se atreve a decirme que sino la oigo, que si estoy sordo». «Me quede mirándola, y peor todavía. Se pone como una loca a decirme que va a llamar a la policía«. «Así con el móvil en la mano como amenazándome». «A todo esto la amiga que no sabía donde meterse».
«Vamos a ver señora, que llevo aquí en el banco muy tranquilo desde hace quince minutos, y luego han llegado ustedes, y por tocar las pelotas, se han sentado en el ÚNICO banco que hay ocupado en TODO el Paseo de La Condesa. Además estoy comiendo mi helado, por lo tanto, puedo estar sin mascarilla».
Según nos cuenta, no se esperaba la reacción del hombre, sin embargo a pesar de estar disfrutando del helado, «decidí levantarme muy amablemente. En un principio pensaba irme a otro y pero según me iba alejando, me di cuenta de que la estridente voz de la cacatúa se oía demasiado y me fui a mi casa».
Y tú, ¿Qué hubieras hecho?
Y tú, ¿Qué hubieras hecho?. ¿Te hubieras puesto la mascarilla o le habrías cantado las cuarenta a esta señora por sentarse justo en el único banco que estaba ocupado?.
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Noemí López