Hasta un total de 40 personas están siendo investigadas por estar relacionadas con esta trama. Según confirman las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil los integrantes de esta organización traficaban con bebés recién nacidos para conseguir los papeles para la residencia legal en España.
Tanto es así que las mujeres de procedencia extranjera venían a España, en concreto a Melilla, cuando ya se encontraban en el último tramo del periodo de gestación. Una vez en España, daban a luz a sus hijos en el hospital comarcal de la citada ciudad. Era ahí donde conseguían la documentación facultativa de nacimiento.
El engaño con los bebés
Después de dar este primer paso se disponían, siempre previo pago, a la inscripción en el registro civil de los bebés recién nacidos, como si se tratare de un hijo biológico.
Así de esta forma, las madres compradoras, puntos clave en este engaño, carecían totalmente de arraigo a los niños y vinculación alguna. Sin embargo habrían utilizado su compra para obtener los papeles de la residencia legal en España y la nacionalidad para los bebés comprados.
Modus operandi
A través del paso fronterizo de Beni-Enzar las mujeres en avanzado estado de gestación conseguían entrar en España para dar a luz y conseguir la documentación facultativa correspondiente. Después entraban en juego los hombres que se hacían pasar por supuestos padres biológicos. Logrando así la documentación que perseguían.
De igual modo también se ha confirmado que hasta un total de 36 bebés se han inscrito como hijos de padres españoles en el marco de esta trama. Además se confirma que el acuerdo con estos hombres, de nacionalidad española llegaba incluso a los 3.000 euros.