Un restaurante de Madrid pedía a sus clientes que al hacer la reserva de una mesa acreditasen tener un test de COVID-19 negativo. De hecho, este viernes desde ‘Ginkgo Restaurante & Sky Bar’ informaron de que para poder acceder al restaurante era obligatorio haberse hecho el test al menos 72 horas antes.
Además, en caso de no tenerlo, se ofrecían realizarlo en sus propias instalaciones por 55 euros. Sin embargo, ahora, en un nuevo anuncio publicado 24 horas después; han matizado y aseguran que a la hora de realizar la reserva los test serán voluntarios.
Desde FACUA han denunciado que se trata de una práctica ilegal. «Ha tenido que dar marcha atrás porque esto, entre otras cosas, esto es ilegal y no se puede hacer. La normas quienes las tienen que cumplir son los propios establecimientos, garantizando un distanciamiento entre los distintos comensales y, por supuesto, que los camareros atiendan al público con mascarilla», ha manifestado Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.