El dueño de un piso denunciado por okupar su propia casa
Okupar su propia casa es lo que ha tenido que hacer el propietario de una vivienda, ante la desesperación, ya que la justicia no terminaba de actuar. Cansado de esperar por la respuesta de la justicia, este hombre tuvo que entrar en la vivienda de su propiedad por la fuerza, para desalojar al delincuente.
El problema de la justicia es su lentitud, y el problema de la okupación de las viviendas está aumentando de una forma alarmante en nuestro país. Además, las situaciones surrealistas no dejan de suceder, y en este caso, lo podemos ver en la ciudad de Sevilla.
El desarrollo de los hechos
El barrio de Su Eminencia es el lugar donde el propietario de una vivienda ha visto cómo hace más de un año se quedaba sin su vivienda, ya que entraron por la fuerza. Al conocer la situación, lo comunicó con las autoridades correspondientes, aunque aún no le han respondido a la denuncia. Por lo tanto, como se le terminó la paciencia, decidió que lo mejor era entrar por la fuerza en su propia vivienda okupada para sacar al propio okupa.
El okupa que estaba en la vivienda de forma ilegal, al ver la situación decidió denunciar el allanamiento de morada a la policía por entrar a la fuerza.
Una vez que esta segunda denuncia llega a los juzgados de la capital hispalense, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan los hechos. Así descubren que el objeto de esta denuncia era ni más ni menos que el propietario de la casa, y de momento no ha trascendido más información.
Otros casos parecidos
También salió a la luz el caso de Lourdes Veiga, que desde el 2017 sufría la ocupación de un piso de su propiedad, y que además también denunciaron los propios okupas.
Entonces Lourdes lo decidió publicar en sus redes sociales, ya que según contaba ella misma al medio Crónica Global:
«No sabía que hacer. Llamé a los Mossos d’Esquadra, que tomaron acta, pero me dijeron que ni se me ocurriera entrar en el apartamento. Que era allanamiento. También me contaron que conocían a la ocupante, es una vieja conocida que ha tomado antes ocho pisos. Y, antes del juicio, se marcha para evitar ser condenada. Siempre se declara insolvente»
De este modo, la propietaria pudo movilizar a un grupo de personas para manifestarse delante de su casa okupada y lograr que la okupa se fuera de allí. Pero por su parte, esta okupa decidió denunciarla por intimidación y le plantó una querella.
Rocío Ramos