Los trabajadores de Correos llevarán a cabo en la primera quincena de noviembre concentraciones en las Subdelegaciones del Gobierno de todas las capitales autonómicas, en el marco de un calendario de movilizaciones que ya han anunciado se va a intensificar el 30 de noviembre con una huelga general y dos más el 21 y el 26 de diciembre, y con la advertencia de que continuarán en 2019.
Comisiones Obreras (CCOO), uno de los sindicatos organizadores de las movilizaciones junto a UGT, CSIF y Sindicato Libre, ha destacado que el calendario creciente de movilización y su prolongación en 2019 es una medida necesaria ante los recortes del Gobierno anterior y la continuidad en la falta de políticas postales del Ejecutivo actual que en su etapa en la oposición mostró su apoyo a las propuestas presentadas por las organizaciones sindicales y a los trabajadores.
«Hasta que no se pase de los gestos y las palabras a los hechos, la movilización en Correos continuará vigente. Son el Gobierno, sus ministerios y la propia Dirección de Correos los que tienen en su mano desactivar uno de los mayores conflictos en la empresa postal pública de los últimos años», afirman desde el sindicato.
Comisiones Obreras ha indicado que las iniciativas postales deben llegar a la mayor brevedad al operador postal público porque la situación de déficit presupuestario de 230 millones de euros, recorte en la financiación pública de 180 millones de euros y la completa ausencia de un Plan de diversificación, plantean un panorama «muy negro».
«Todo ello con una plantilla reducida en 15.000 puestos fijos en la última década, 300 en la provincia, una creciente precariedad laboral, 35% eventualidad y 22% tiempos parciales en todo el Estado, con la tasa más elevada de todo el Sector Público, una regulación laboral sin actualizar y el recorte, congelación salarial y desregulación de las condiciones laborales», añaden.
Por estos motivos, CCOO ha apremiado al Ejecutivo a que no demore las decisiones porque la ciudadanía «no puede seguir sufriendo el deterioro del Servicio Postal Público producido por la estrangulación presupuestaria y la falta de plantilla, cuya evidencia más notable en esta provincia es la supresión de 300 puestos fijos, un 45% de empleo eventual, 30% de tiempo parcial (por días y horas), insuficiente para ofrecer un servicio de calidad».