El caso de Juana Rivas parece que no tiene visos de acabar. La Fiscalía italiana ha archivado las ocho denuncias por maltrato presentadas entre el 2016 y el 2018 por la española contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, por considerar que no existen pruebas.
Entre las denuncias, se encuentra la que en julio de 2016, realizó en España, y sobre la que Rivas se basó para rehusar la entrega de los niños de cuatro y doce años, a sus padre.
Esa denuncia fue interpuesta en España sólo mes y medio después de que la protagonista se fuera con los niños del país romano y la Justicia española la derivó a los tribunales italianos, por considerar que carecía de competencia ante unos hechos ocurridos en dicho país.
La Jurisprudencia italiana concedió el pasado 20 de marzo la custodia en exclusiva de los dos hijos al padre, permitiendo que Rivas pueda verlos un fin de semana de cada dos si vive en Italia o uno de cada cinco si reside en España.
El caso lleva abierto desde noviembre de 2017 por el Tribunal de Cagliari, en la isla de Cerdeña, y lo dejó visto para sentencia el pasado 21 de febrero. La abogada de Juana Rivas en Italia, María Eugenia Álvarez, avanzó tras conocer el fallo que apelará la sentencia.
El pasado 14 de marzo la Audiencia de Granada confirmó la condena contra Juana Rivas a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, impuesta por el Juzgado de lo Penal 1. Los abogados de Rivas han anunciado que recurrirán al Supremo la condena de cinco años, y que en todo caso hay elementos «suficientes» para el indulto.