La Audiencia Nacional investiga cuatro estafas con criptomonedas por 2.000 millones de euros y estima que hay más de 69.000 afectados.
El auge de las criptomonedas en los últimos años ya es un fenómeno casi imparable. Un panorama mundial cargado de expectación y en el que se producen lanzamientos de nuevos tokens casi cada día. Tanto es así, que a día de hoy ya existen más de 10.000 tokens diferentes.
Con tantos lanzamientos, novedades, monedas y utilidades, el sector se ha convertido en el campo de actuación casi perfecto para los estafadores que mediante promesas de altas rentabilidades mensuales, semanales e incluso diarias, consiguen obtener cantidades de dinero totalmente desorbitadas.
Sin embargo, la justicia está empezando a actuar en estos casos en los que los usuarios han sido estafados con la compra de los tokens.
Varias estafas con criptomonedas
En 2021 ya llegó a los tribunales el caso de Arbistar. Una empresa con sede en Tenerife que mediante la promesa de obtener rentabilidades mensuales de entre el 8% y el 15% consiguió recaudar unos 500 millones de euros y cuenta con casi 3.500 afectados. Una estafa clásica en la que se va pagando la rentabilidad prometida a los usuarios con el dinero que va entrando de los usuarios nuevos. El problema llega cuando los usuarios quieren retirar su dinero y no pueden.
Lo mismo ocurrió en el caso de Javier Bisoca con su empresa Algorithms, que prometiendo una rentabilidad semanal en el entorno del 20% consiguió recaudar más de 800 millones de euros y más de 750 personas reclaman la devolución de su dinero.
A la Audiencia Nacional también llegó el caso de Nimbus, una empresa con sede en Malta que, al parecer, estafó en España a más de 200 personas y una cantidad de entorno a 125 millones de euros.
Ahora, la Audiencia Nacional en el mes de julio dictó una orden de busca y captura contra David Ruiz de León por una presunta estafa de hasta 500 millones y 65.000 afectados que se produjo a través de la plataforma Kuilian que prometía una inversión en criptomonedas.
Varios casos de estafa que El Economista cifra en unos 2.000 millones de euros y que están siendo investigados por la Audiencia para tratar de parar a los presuntos estafadores que tratan de aprovecharse del auge de los criptoactivos.